Maduro inicia su «caza de brujas» a los comercios

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, no detiene su ofensiva contra los empresarios. Una perfecta caza de brujas de cara a la recta final de las elecciones municipales con la finalidad de demonizar a los comerciantes y culparles de la inflación y el desabastecimiento. Pero el proteccionismo y los controles son las mismas recetas que sumieron al país en la bancarrota durante la era chavista. Mientras Maduro bailaba merengue ante las cámaras, feliz de estrenar «superpoderes» y aprobar por la vía rápida sus dos primeras leyes, continuaban las detenciones. La fiscal general de Venezuela confirmó que en total fueron apresadas 26 personas en diferentes inspecciones a distintos comercios.

El líder bolivariano decretó las leyes para controlar precios, márgenes de ganancias y uso de divisas en el marco de la ley habilitante que le fue otorgada por la Asamblea Nacional el martes pasado y que le confiere poderes para legislar sin control parlamentario. En realidad se trata de legalizar la campaña contra los altos precios que ha incluido acciones como la ocupación con un operativo «cívico-militar» de una importante cadena de electrodomésticos de Caracas y la fiscalización de decenas de comercios de ese sector comercial. Desde que comenzaron los registros hace dos semanas, se han realizado más de 200 detenciones bajo el delito de usura. Los operativos, que continúan hoy, fueron desplegados después de que fuera publicado el dato de inflación de octubre, que reflejó una tasa interanual de 54,3% y un acumulado durante los diez primeros meses de 45,8%, y en momentos en los que el dólar paralelo ilegal llega a ser hasta 10 veces superior al valor oficial de 6,3. Maduro indicó que el nuevo registro único de pequeños y medianos empresarios se realizará centro comercial por centro comercial. «Las inspecciones de la ofensiva económica llegan el sábado –hoy– a todos los centros comerciales de todas las ciudades del país, a revisarlo todo», expresó. La campaña ha incluido también el bloqueo de páginas de internet en las que se cotiza el dólar paralelo e incluso una solicitud a Twitter para que bloquee cuentas vinculadas con ese tipo de actividad. En Venezuela existe un control de cambios desde 2003 que deja en manos del Estado el monopolio de la gestión y administración de divisas, que se adquieren a través de una serie de trámites para un determinado número de supuestos.

Mientras, miles y miles de venezolanos se agolpan en las puertas de las tiendas con la esperanza de comprar productos con descuentos. En algunos casos, el «precio chavista» es 70% menor al marcado por el comercio. Esa espera ya causó incidentes que terminaron en principios de saqueo. Los empresarios aseguran estar desesperados. La foto de un comerciante que rompe en llanto mientras los militares le detienen en el hall central de su tienda ha dado la vuelta al mundo. «Yo compré a 60 mil bolívares, no puedo venderlo a seis», gritaba entre sollozos Hakim Riffai. Por su parte, el líder opositor, Henrique Capriles Radonski, como jefe nacional del Comando Simón Bolívar, pidió a sus seguidores que salgan hoy a participar de la protesta simultánea de los 335 municipios de Venezuela y que el 8 de diciembre pongan fin a «las presiones y el chantaje» del Gobierno y del PSUV propinándoles una derrota en las urnas.

«¿Alguien puede creer que después de 15 años realmente van a tomar algunas medidas que nos permitan superar la crisis que ellos mismos han generado? ¿Quién controla los dólares para comprar las neveras y las cocinas? ¡Los entrega el propio Estado! Después de 15 años nos vienen con el cuento de ''¿esos precios por qué están tan arriba?''. ¿Y quiénes fueron los responsables de ésto? ¡Ellos mismos! ¿Y por qué están haciendo todos estos ''shows''? Porque vienen elecciones, después que pasen las elecciones ustedes van a ver», aseveró el líder de la oposición. «Ahora, si ellos ganan las elecciones a nivel nacional esto se va a poner peor. No nos confiemos, que todavía las cosas pueden estar peor. Podemos seguir cayendo, aún no hemos tocado fondo y si aquí no queremos que nuestro país se convierta en puras cenizas, tenemos que votar el 8 de diciembre. Pero todo este pueblo tiene que salir a protestar y a expresar lo que tiene en su corazón» añadió.