Internacional

Muere Lucy Dee, la madre de la familia británico-israelí herida en un atentado palestino en Cisjordania

La mujer de 48 años ha fallecido en la mañana del lunes como consecuencia de las heridas provocadas el pasado viernes en un presunto atentado palestino en Cisjordania

El conflicto árabe-israelí se ha cobrado una víctima mortal más. Lucy Dee, conocida como Leah Dee por su nombre hebreo, ha fallecido en la mañana del lunes como consecuencia de las heridas provocadas el pasado viernes en un presunto atentado palestino en Cisjordania “a pesar de los grandes y constantes esfuerzos” por salvar su vida, recoge en un comunicado el hospital universitario Hadassah Ein Kerem de Jerusalén donde fue trasladada en helicóptero desde el lugar de los hechos.

Permanecía en coma desde el viernes, en estado crítico. Dos de sus hijas, Rina, de 15 años, y Maia, de 20, murieron en el acto. Las tres fueron el objetivo de un tiroteo por parte de militantes palestinos mientras circulaban por las inmediaciones del asentamiento de Hamra, en el valle del Jordán, a unos 50 kilómetros de Jerusalén. Los atacantes intentaron sacar de la vía al vehículo en el que viajaban. Cuando este perdió la dirección y chocó con el arcén, se bajaron del coche y abrieron fuego a quemarropa contra las ocupantes, de acuerdo con las autoridades.

El marido y padre de las víctimas, Leo Dee, viajaba en otro vehículo. Se acercó al lugar de los hechos cuando llegaron los equipos de emergencia. Estos creyeron al principio que se trataba de un accidente de tráfico, pero los investigadores encontraron en la escena 22 casquillos de bala de un fusil de asalto Kalashnikov, según la radiotelevisión pública israelí Kan.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, embarcado en una polémica reforma judicial que ha sacado a las calles a cientos de miles de manifestantes, anunció horas después desde la zona que había movilizado a más agentes de policía de fronteras y miembros de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) para “hacer frente a los ataques terroristas”. Tras conocer el fallecimiento de la madre de la familia británico-israelí, el discutido jefe de Gobierno envió sus condolencias a la familia a través Twitter. El presidente Isaac Herzog hizo lo propio en un escueto comunicado.

La familia de colonos israelíes llevaba nueve años viviendo en los territorios ocupados de Cisjordania. El alcalde de Efrat, Oded Revivi, confirmó que las tres víctimas residían en este asentamiento situado al sur de Jerusalén. La prensa británica asegura que el padre, el rabino Leo Dee, prestó servicio en sinagogas de Hendon, al norte de Londres, y Radlett, en el condado de Hertfordshire. Sus hijas Rina y Maia nacieron en Londres.

Funeral multitudinario

Las dos hijas víctimas del atentado fueron enterradas el domingo en una emotiva ceremonia celebrada en el asentamiento de Kfar Etzion, en presencia del padre y sus tres hermanos. Unas 1.000 personas siguieron un funeral que fue retransmitido por streaming.

Estuvieron presentes tres ministros, pertenecientes al ala más nacionalista del Gobierno: el titular de Inmigración e Integración, Ofir Sofer, el ministro de Finanzas, Bezalel Smootrich, y el titular de la cartera de Seguridad Pública, Itamar Ben Gvir, señalado por las crecientes tensiones entre israelíes y palestinos de los últimos meses. El expresidente Reuven Rivlin, un estrecho aliado de Netanyahu, también hizo acto de presencia.

Espiral de violencia

Los ataques contra vehículos que portan matrícula israelí en Cisjordania han vuelto a convertirse estas semanas en algo habitual como consecuencia de la escalada de las tensiones. El mismo día del asalto en el valle del Jordán contra Leah Dee y sus hijas, un turista italiano era asesinado en Tel Aviv. Alessandro Parini, de 36 años, murió a causa del atropello, y otros cinco visitantes de nacionalidad italiana y británica resultaron heridos en el mismo ataque.

Los presuntos atentados de autoría palestina vinieron precedidos por los ataques aéreos de Israel contra el Líbano y Gaza, en respuesta a los bombardeos de los grupos armados libaneses y Hamás, que opera en la Franja. Las hostilidades contra Israel prendieron a causa de las redadas policiales en la mezquita de Al Aqsa de Jerusalén, el tercer lugar más sagrado del islam, en un periodo en el que han coincidido el Ramadán y la Pascua judía.

El conflicto árabe-israelí ha vuelto a dejar imágenes de violencia arbitraria e indiscriminada. En los últimos 12 meses, unos 250 palestinos, militantes y civiles, han perdido la vida. La mayoría en las frecuentes redadas israelíes en Cisjordania. Y un total de 43 personas, sobre todo civiles de nacionalidad israelí como Leah, Rina y Maia, han muerto en ataques de “lobos solitarios” palestinos. Es el año más sangriento en dos décadas.