Ayuda humanitaria
La ONG del chef José Andrés se queda sin recursos en Gaza: "Necesitamos que los camiones lleguen de forma segura"
La organización suspende por segunda vez la distribución de comidas calientes tras agotar sus reservas, mientras sus camiones siguen detenidos en la frontera
La organización World Central Kitchen (WCK), liderada por el chef José Andrés, ha suspendido la distribución de comidas calientes en la Franja de Gaza debido a la falta de suministros. El bloqueo israelí mantiene camiones humanitarios paralizados en la frontera, impidiendo el acceso de alimentos esenciales a una población que ya enfrenta niveles alarmantes de desnutrición.
Aunque la ONG continúa horneando pan y repartiendo agua potable, sus reservas alimentarias se han agotado por completo. Es la segunda vez en menos de un año que WCK se ve obligada a detener sus cocinas por falta de recursos. “Nuestros equipos informan de un deterioro importante de la seguridad y nuestra capacidad se ha visto gravemente afectada”, lamentó José Andrés en redes sociales.
El chef ha pedido la apertura inmediata de corredores humanitarios que permitan el paso de convoyes más pequeños y seguros. “Necesitamos rutas seguras y la libertad de viajar a horas seguras para alimentar a la gente con comida caliente”, reclamó públicamente.
La situación se ha vuelto aún más dramática desde el bombardeo de abril de 2024, en el que murieron siete trabajadores de WCK, incluido un ciudadano británico. Este ataque provocó una condena internacional y evidenció los riesgo a los que se enfrentan los equipos humanitarios en la región.
Una infraestructura colapsada
La infraestructura básica de Gaza está al borde del colapso. Hospitales, cocinas comunitarias y servicios esenciales operan bajo condiciones extremas. La hambruna y la desnutrición infantil se agravan día a día, mientras la población sobrevive con recursos mínimos.
La ONU ha advertido que 2,1 millones de personas corren el riesgo de quedarse sin servicios vitales como agua, electricidad y atención médica, debido a la escasez de combustible y suministros. Las unidades neonatales, ambulancias y panaderías están paralizadas, y los refugios improvisados carecen de higiene básica.
Israel justifica el bloqueo alegando que no existen condiciones seguras para distribuir la ayuda, una postura que ha generado críticas globales por su impacto en la población civil. La Fundación Humanitaria para Gaza ha logrado introducir algo de asistencia, pero sus esfuerzos son insuficientes ante la magnitud de la crisis.