Pacto secreto
La pista del perclorato de amonio destapa un comercio de armas entre Irán y China
En plenas conversaciones de desarme con Estados Unidos, Teherán encarga material para fabricar cientos de misiles balísticos
Irán ha llegado a un acuerdo secreto con China para que el país asiático le proporcione miles de toneladas de ingredientes para fabricar una importante cantidad de misiles balísticos, una parte de los cuales se quedarían dentro del país y otra se destinarían a seguir armando a los rebeldes hutíes de Yemen.
Según explicaron a The Wall Street Journal fuentes conocedoras de la operación, el objetivo es reconstruir la capacidad militar de Irán mientras el país discute el futuro de su programa nuclear con Estados Unidos en una ronda de negociaciones que por el momento se ha traducido en pocos resultados concretos.
La existencia de esta operación se ha conocido, entre otras cosas, después de que se descubriera la intención de adquirir cargamentos de perclorato de amonio que “podrían alimentar cientos de misiles balísticos”, según estas fuentes. Se espera que el cargamento llegue en los próximos meses a Irán.
Según la información del citado diario, una entidad iraní llamada Pishgaman Tejarat Rafi Novin Co. ordenó los ingredientes del misil en los últimos meses a Lion Commodities Holdings Ltd., con sede en Hong Kong, dijeron personas familiarizadas con el pedido.
Irán libra desde hace décadas un pulso con Occidente, y en especial con Estados Unidos, en su intentó por redoblar su industria de defensa y, en última instancia, contar con armamento nuclear. Esta circunstancia mantiene en alerta permanente a su gran rival en la región, Israel.
Irán cuenta con uno de los mayores programas de misiles balísticos de la región, según han declarado funcionarios estadounidenses a The Wall Street Journal. El perclorato de amonio, un oxidante utilizado en fuegos artificiales, es esencial para el propelente sólido empleado en los misiles balísticos más eficaces de Irán.
A principios de este año, dos barcos iraníes atracados en China cargaron más de 1.000 toneladas de perclorato de sodio, un precursor para la producción de perclorato de amonio. El material llegó a puertos iraníes entre mediados de febrero y finales de marzo, según rastreadores marítimos. El perclorato de sodio fue suficiente para abastecer de combustible a unos 260 misiles de corto alcance, según las autoridades.
El nuevo contrato, más amplio, para el perclorato de amonio podría ser suficiente para que Irán produzca 800 misiles, según un funcionario. El contrato se firmó hace meses, probablemente antes de que Trump anunciara su propuesta de iniciar conversaciones nucleares con el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, a principios de marzo.
El 29 de abril, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a seis personas y seis entidades con sede en Irán y China por su participación en la adquisición de ingredientes propulsores de misiles balísticos, incluido el perclorato de sodio, para el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán. Dos semanas después, impuso sanciones adicionales a entidades y personas de China y Hong Kong por apoyar a la industria iraní de misiles balísticos.
En mayo, el Tesoro añadió el perclorato de sodio a la lista de materiales que, según afirma, se utilizan en los programas militares, nucleares o de misiles balísticos de Irán. «Entidades e individuos chinos han apoyado el programa de misiles balísticos de Irán, así como los esfuerzos de los hutíes para producir misiles y vehículos aéreos no tripulados (UAV), por lo que seguimos identificándolos y sancionándolos», declaró un funcionario del Departamento de Estado al Journal.