Mundo curioso
La república exsoviética que recibe 'turismo' de extraterrestres
Fue una de las regiones desde las cuáles la URSS lanzó misiles de pruebas espaciales
Cuando el Homo sapiens adquirió conciencia de sí mismo y de su existencia en este mundo, una de primeras preguntas que le surgieron fue: "¿Estamos solos?" A día de hoy, y tras miles de años desde que esta incógnita fue formulada, seguimos sin haber encontrado una respuesta significativa para ella. Por el momento, no se han logrado encontrar evidencias científicas que certifiquen que contamos con algún 'compañero' dentro de los confines conocidos del cosmos.
A pesar de la falta de pruebas empíricas, son muchas las personas que cuestionan el consenso científico y buscan pistas o señales, aquí en la Tierra, que permitan identificar algún rastro dejado por vida alienígena en nuestro planeta. Los ensayos en tecnología espacial, especialmente los llevados a cabo especialmente durante la Guerra Fría, han sido motivo de estudio para los fanáticos de la ufología.
La carrera espacial que emprendieron los Estados Unidos (EE UU) y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) conllevó numerosos experimentos secretos y operaciones, que han dado alas a especulaciones e hipótesis de lo más originales por parte de los fanáticos de los extraterrestres, como es el caso del que hablaremos hoy en LA RAZÓN.
Existen ciertas regiones del mundo donde se han llevado a cabo numerosas pruebas militares o espaciales en el pasado, como es el caso de la famosa 'Área 51' en el desierto de Nevada (EE UU), que actualmente se han convertido en lugares de 'peregrinaje' para los apasionados de la ufología. Se trata de zonas donde cada año personas anónimas reportan cientos de avistamientos de ovnis o seres alienígenas.
La república exsoviética que recibe 'turismo' de extraterrestres
Existe un remota región en el norte de Kazajistán, rodeada por vastas estepas y cielos inmensos, donde un pequeño municipio de apenas 20.000 habitantes se ha convertido en el foco de relatos y especulaciones constantes acerca del contacto con vidas extraterrestres.
Se trata del pueblo de Sarykol, en el óblast de Kostanay. Desde hacia ya varias décadas, ha sido el escenario de supuestos avistamientos de luces inusuales, fenómenos aéreos inexplicables y testimonios de presuntos encuentros con entidades no humanas. Aunque estas historias parecieran estar sacadas de una película de ciencia ficción, para muchos habitantes locales forman parte de su vida cotidiana y de las leyendas locales.
Uno de los casos más famosos data de 1997, cuando una pastora local aseguró haber visto una figura alta, con piel grisácea y grandes ojos oscuros, cerca de su corral. La historia, de la que se hicieron eco numerosos medios de comunicación tanto locales como internacionales, es un ejemplo de los muchos supuestos avistamientos de vida o tecnología extraterrestre que se producen en la región.
Sin embargo, estos sucesos acaban siendo atribuidos a causas mucho más terrenales. El pueblo se encuentra relativamente cerca del histórico cosmódromo de Baikonur, desde donde la antigua Unión Soviética realizaba lanzamientos espaciales. Se cree que los supuestos ovnis podrían ser restos de satélites o pruebas militares, que aún hoy podrían estar generando confusión entre los lugareños.
Sin embargo, esto no ha detenido el creciente interés en torno a la zona. En 2023, un grupo de documentalistas kazajos estrenó “El cielo de Sarykol”, una producción que recopila entrevistas con residentes y recreaciones de los supuestos encuentros. La publicación de esta pieza audiovisual volvió a provocar un cierto despunte de interés por las leyendas locales sobre alienígenas y naves espaciales.
De hecho, el turismo se ha disparado en los últimos años . Las autoridades locales han llegado a considerar incluso la creación de un "Centro de Observación Extraterrestre" con telescopios material audiovisual y visitas guiadas por las zonas donde se reportaron avistamientos. Esta estrategia buscaría atraer más visitantes a la región, volcándose así en el turismo ufológico o de fenómenos extraños, aunque por el momento no se ha construido.
Este pequeño pueblo en Kazajistán es un ejemplo más de las zonas que han alcanzado popularidad debido a relatos populares sobre fenómenos paranormales, ya tengan de protagonistas fantasmas, extraterrestres o seres fantásticos (como el monstruo del Lago Ness o el Yeti en las montañas de Nepal).