Rusia dispara "un número récord de misiles" contra Ucrania

«Estos golpes se convirtieron en un motivo más para escribir ‘Te amo’ a todos mis seres queridos. Porque quién sabe, podría haber sido mi última oportunidad de hacerlo», confiesa a LA RAZÓN Alla Fokina en Leópolis después de sobrevivir a lo que se convirtió en el mayor ataque aéreo de Rusia contra Ucrania desde el inicio de la invasión. Como millones de otros ucranianos que huyeron a refugios antiaéreos o se escondieron en el baño o en los pasillos de sus apartamentos, tuvo que contar con el éxito de las fuerzas de defensa aérea del país mientras escuchaba el sonido de las explosiones cercanas.

Casi 160 misiles y drones atacaron Ucrania anoche, matando al menos a 30 personas e hiriendo a más de 160 en todo el país, incluida la región occidental que limita con Polonia. Un misil ruso entró en el espacio aéreo de un miembro de la OTAN y permaneció allí durante tres minutos antes de volver a Ucrania. El Ejército polaco decidió no hacer nada «en base a sus maniobras», según el comandante en servicio, Maciej Klisz.

Una maternidad, un centro comercial, varias escuelas y cientos de edificios residenciales fueron sólo algunos de los objetivos del ataque que continuó durante la mayor parte de la noche y a primera hora de la mañana. Rusia lanzó 122 misiles y 36 drones desde diversas direcciones, informó la Fuerza Aérea de Ucrania. «La pantalla del radar estaba casi completamente roja por las amenazas en movimiento», reveló Yuriy Ignat, su portavoz, subrayando la magnitud sin precedentes del ataque. Aun así, las defensas aéreas lograron derribar 36 drones y 87 misiles, más de 30 de ellos cerca de Kyiv. Sin embargo, poco pudieron hacer para detener los misiles balísticos X-22/X-31, así como los misiles S-300/400 e Iskander-M que Rusia utilizó para atacar Jarkiv y otras ciudades menos protegidas.

Nueve personas murieron en Kyiv, donde fue atacado un almacén. No se registraron víctimas en una estación de metro que resultó dañada mientras varios vecinos se refugiaban en su interior. Otras 9 víctimas proceden de Zaporiyia, una persona murió en su casa en Leópolis y tres en Odesa. Nadie murió en la clínica de maternidad de Dnipro, donde todos los pacientes, incluidas 12 mujeres y 4 recién nacidos, así como el personal, huyeron a tiempo al refugio antiaéreo después del inicio de la alarma aérea. «Sin duda responderemos a los ataques terroristas», prometió el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. «El terror ruso debe perder, y lo hará», subrayó.

Las explosiones de los misiles y drones rusos deberían convertirse en una llamada de atención para «todas las principales capitales, sedes y parlamentos que están debatiendo un mayor apoyo a Ucrania», así como para las salas de redacción, que escriben sobre la «fatiga» de la guerra o sobre Rusia «estando preparada para las negociaciones», afirmó Dmytro Kuleba, ministro de Exteriores. Kuleba pidió una asistencia «continua, sólida y de largo plazo» a Ucrania, señalando que sólo una mayor potencia de fuego puede «silenciar el terrorismo ruso», mientras el ministro de Defensa, Rustem Umerov, subrayó que Rusia lleva meses acumulando misiles y que nuevos ataques son muy probables.

Reino Unido ya ha prometido enviar cientos de misiles de defensa aérea a Ucrania, reveló su ministro de Defensa, Grant Shapps. Calificó el ataque ruso como un intento «desesperado e inútil» de recuperar impulso después de perder cientos de miles de reclutas. Shapps también pidió al mundo que se una y redoble los esfuerzos para darle a Ucrania lo que necesita para ganar.

«La UE seguirá comprometida en 2024 a proporcionar equipamiento militar adicional para ayudar a Ucrania a resistir la invasión rusa», afirmó Josep Borrell, jefe diplomático comunitario, y subrayó que la lucha de Ucrania por la libertad contra la tiranía es «una lucha compartida».

El presidente estadounidense, Joe Biden, señaló que el ataque demostró que el objetivo de Putin, aniquilar a Ucrania y subyugar a su pueblo, permanece sin cambios. «Es necesario detenerlo».

Los propios ucranianos han reaccionado de diversas formas. «En casi dos años de guerra, todas las sensaciones se han vuelto tan aburridas», compartió Fokina. «Sólo podía pensar en lo hermoso que solía ser Jarkiv cuando escuché que 20 misiles lo alcanzaron esta noche», dijo Olena desde Kyiv.

Algunos analistas han expresado de nuevo su desesperación por la decisión de Estados Unidos y Alemania de no entregarle misiles de largo alcance que podrían usarse para atacar bases militares y logísticas rusas más atrás de la línea del frente, incluso en el territorio ucraniano ocupado. Recordaron que Ucrania fue presionada en 1994 para que renunciara a sus propias armas de largo alcance, así como a su gran arsenal nuclear, a cambio de garantías de seguridad de Rusia, Reino Unido y EE UU.

Sin embargo, la determinación de seguir luchando ha sido el sentimiento dominante, con múltiples llamados para donar para reforzar la defensa aérea ucraniana y otras partes del ejército. “Es la única manera”, escribió Sergiy Prytula, un destacado voluntario civil.

“Gracias a todos los que están en primera línea por su servicio durante este año, que todo el país soportó gracias a estos soldados. A quienes protegen nuestro país a pesar de todo”, subrayó Zelenski en un vídeo desafiante grabado durante su visita a Avdiivka, a sólo varios kilómetros de las posiciones rusas.

Zelenski desafió un peligro considerable al viajar a la ciudad a través de la carretera, que es continuamente atacada por drones rusos, mientras la propia ciudad enfrenta una presión rusa implacable. Premió a algunos de los soldados por su servicio y al mismo tiempo se informó sobre la situación en el terreno gracias al comandante de la 110.ª brigada del ejército ucraniano.