Defensa

Senadores republicanos afirman que el departamento de política del Pentágono está obstruyendo al Congreso

Un frente bipartito de senadores en Washington acusa al Pentágono de Trump de una alarmante opacidad en decisiones tan cruciales como la ayuda a Ucrania o el despliegue de tropas en Europa

Aparece un edificio con cinco puntas llamado Pentágono en el que residen las máximas autoridades militares de Estados Unidos
Senadores republicanos afirman que el departamento de política del Pentágono está obstruyendo al CongresoWikimedia Commons

La tensión entre el Congreso de los Estados Unidos y el Pentágono ha escalado hasta un punto crítico. Senadores de ambos partidos, Republicano y Demócrata, que forman parte del influyente Comité de Servicios Armados, han lanzado una dura reprimenda contra Elbridge Colby, el jefe de política del Departamento de Defensa. Le acusan de obstruir la labor de supervisión parlamentaria y de una alarmante falta de transparencia, lo que ha abierto una profunda brecha de confianza entre el poder legislativo y la cúpula militar del país.

La frustración acumulada durante meses estalló en la audiencia de confirmación de Austin Dahmer, nominado para un alto cargo que depende directamente de Colby. Aunque el foco teórico era Dahmer, las críticas se concentraron en la gestión de su superior. El presidente del comité, el republicano Roger Wicker, fue tajante al denunciar que se han encontrado con serias dificultades para recibir información y consultar con la oficina de política del Pentágono sobre asuntos de máxima relevancia para la seguridad nacional estadounidense. Este tipo de disputas sobre la dirección estratégica no son nuevas y afectan a programas de alto perfil, ya que recientemente exmilitares han advertido sobre los recortes planeados para el caza F-35, un pilar de la fuerza aérea.

En el fondo del asunto se encuentran decisiones estratégicas de muy relevantes sobre las que los legisladores aseguran haber sido completamente marginados. Entre los ejemplos más citados durante la tensa sesión, según la información publicada por Breaking Defense, se encuentran la retirada de tropas de Rumanía y, de manera muy especial, la suspensión del paquete de ayuda militar a Ucrania, dos movimientos clave sobre los que el Congreso sostiene no haber sido informado con antelación. Esta decisión es especialmente sensible dado el avance tecnológico del adversario, pues se ha informado que los mortales drones rusos ahora vienen equipados con capacidades aún más temibles.

Una comparecencia que agrava el enfrentamiento

Por su parte, la declaración del propio Dahmer no hizo más que avivar la polémica. El nominado aseguró ante los senadores no estar al corriente de los detalles que rodearon la congelación de la ayuda a Kiev. Más controvertida aún fue su afirmación de que el Congreso sí había sido informado sobre la retirada de Rumanía, una afirmación que fue rebatida de inmediato y con vehemencia por varios de los presentes, que negaron rotundamente haber recibido tal comunicación.

Además, a estas quejas se suma otra acusación de gran calado institucional. Según denunciaron los miembros del comité, el Pentágono también ha reorganizado puestos y responsabilidades clave dentro de su propia estructura interna sin la debida consulta con el Congreso. Este movimiento ha sido interpretado en Washington como un nuevo desafío a la autoridad fiscalizadora de los representantes electos, complicando todavía más las ya de por sí deterioradas relaciones.