
Estados Unidos
"No sería capaz de matar ni a una araña": la experiencia extracorpórea que cambió a un veterano de guerra
Un soldado vuelve a la vida tras ser reanimado por los médicos y asegura que ha llegado a la conclusión de que "el nacimiento y la muerte no son reales"

Chad Osinga, veterano del ejército de Estados Unidos, fue atropellado por una furgoneta que circulaba a 105 kilómetros por hora. Fue operado de urgencia una primera vez. Y una segunda. Pero la cosa no iba bien. Osinga notó cómo su cuerpo “se calentaba” y, a continuación, se trasladaba a otra dimensión. Según sus palabras, “a otra habitación”.
Según contó después, como pudo, comenzó a vivir una experiencia en la que vio a un médico y a las enfermeras intentando reanimarlo “como si estuviera en una película”. Durante todo este proceso, Chad miró al médico a los ojos y le pidió que lo salvara, pues sus hijos lo necesitaban. Fue entonces cuando sintió un escalofrío en todo el cuerpo mientras los médicos lo reanimaban. Y entonces volvió a la vida.
El veterano de guerra sintió "paz" durante el incidente y "no estaba preocupado". Sin embargo, una vez que recuperó la consciencia, afirmó que ni siquiera era consciente de haber tenido una experiencia extracorpórea, según su testimonio recogido por el diario británico Daily Mirror.
"La forma en que se lo explico a la mayoría de la gente es que cuando dices cosas mentalmente, puedes oírlas, ¿verdad? Incluso... puedes crear la voz que quieras, así que algo la escucha. Algo es consciente de esa voz, ¿verdad?", explica. “Fue como si me convirtiera en eso, sea lo que sea. Ese silencio, esa pausa, esa cosa que no podemos identificar con precisión, ¿sabes? Pero sabemos que está ahí. En ese momento, estuve allí”, añade Chad Osinga.
“Ya no le temía a la muerte. Me di cuenta de que no era real. El nacimiento no es real. Nada de esto lo es. Son conceptos. Son conceptos que nos hacen sentir bien ante una experiencia que no entendemos, ¿sabes?”, añade.
También explicó además el profundo impacto que el incidente tuvo en su vida. Chad dijo que antes de su experiencia estaba destrozado, que no le importaba su vida y que habría preferido morir antes que vivir. Sin embargo, al volver a su vida normal, las cosas que antes disfrutaba ya no le satisfacían ni remotamente. Dijo que empezó a preocuparse mucho más por las pequeñas cosas, como las plantas, según Daily Mirror.
Chad está convencido tras lo ocurrido de que ahora tiene otro concepto muy distinto de la vida. "No sería capaz ni de matar a una araña", aseguró.✕
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