Sierra Leona
Sierra Leona celebra sus elecciones presidenciales en medio de una calma ejemplar
Pese a los anuncios de violencia efectuados por los observadores internacionales, la jornada electoral ha transcurrido sin apenas incidentes
Sierra Leona es uno de esos países que lucha contra su mala fama. Una guerra civil entre 1991 y 2002, sazonada con el brote de ébola en 2014 y la película Diamantes de sangre protagonizada por Leonardo DiCaprio, han convertido este país en un pozo negro en la memoria colectiva. Poco importa que su PIB se haya multiplicado por seis desde comienzos del siglo XXI, ni que posea una de las tasas de homicidios más bajas de África o que su democracia se haya desarrollado de forma plena y sin incidentes a destacar en las dos últimas décadas. Sierra Leona es de esos países que no consiguen el perdón.
Sierra Leona: llamada así por el explorador portugués Pedro da Cintra, debido a que los golpes de las olas contra su costa le recordaban al rugido de un león.
Este sábado fueron las elecciones presidenciales en el país, pese a que las predicciones de los observadores extranjeros hacían temer un brote de violencia con motivo de la tensión política que se vive. Dos candidatos se presentaron como los favoritos: el actual presidente y líder del Partido Popular de Sierra Leona (PPSL), Julius Maada Bio; y el tecnócrata Samura Kamara, que ya se presentó en las elecciones de 2018. Bio apenas se hizo con la victoria por un 3,6% de los votos en la segunda vuelta de los comicios, y posteriormente tuvo que hacerse cargo de una presidencia complicada a raíz de la crisis del coronavirus y de las protestas de agosto de 2022. Lo que hace prever que los actuales comicios estarán tan reñidos como la vez anterior.
Se esperaba lo que siempre se espera de una nación africana en periodo electoral: sangre y violencia, destrozos, caos. Se esperaba lo que se espera de un país maldito como es Sierra Leona. Consciente del peso que radicaba sobre sus hombros, el presidente Bio publicó un comunicado este viernes en su cuenta de Twitter donde incitaba a los sierraleoneses a utilizar su “derecho constitucional de votar libremente, usando la más potente herramienta no violenta a la hora de dar forma al destino de nuestra gran nación”. Recordó igualmente que Sierra Leona prevalece como una nación “que hizo una transición exitosa de la guerra a un país democrático y pacífico, de resiliencia y optimismo ilimitado”. Concluía con un: “¡Juntos tendremos unas elecciones seguras por una Sierra Leona próspera y pacífica!”.
Pero el recelo de los observadores no se mitigaba. Alta tensión, crisis económica, clima álgido y violencia fueron palabras que salpicaron los titulares de los diferentes medios de comunicación del globo. Es esa maldición que no se sacuden. Debió sorprenderles a todos que las elecciones en Sierra Leona hayan transcurrido en un clima de calma y ejemplar. Ciertamente, algunos de los centros electorales abrieron varias horas tarde (nada que pueda recriminársele a una nación cuyo acceso a la electricidad no alcanza el 22%), pero testigos sobre el terreno destacaron la tranquilidad con que decenas de miles de votantes esperaron con estoica resignación el momento en que se abrieran las urnas. Apenas se registraron, en cualquier caso, choques limitados entre radicales del APC (partido de Samura Kamara) y la policía.
Dos candidatos con historia
La junta electoral determinó en los días previos que se habían completado los trámites para facilitar el voto a los 3.4 millones de votantes registrados (un 52% de los cuales son menores de 35 años) y, pese a que las urnas debían cerrar a las 5 de la tarde, los centros electorales que abrieron con retraso han cerrado unas pocas horas más tarde. El candidato ganador será aquél que obtenga más de un 55% de los votos en la primera vuelta; de no conseguirlos ninguno de los candidatos, los dos más votados se enfrentarán en una segunda vuelta, tal y como ocurrió en las pasadas elecciones de 2018.
Ambos candidatos tienen un pasado de gran relevancia en la historia reciente del país. El actual presidente fue uno de los militares que lideró el golpe de Estado en 1992 y llegó a ejercer durante tres meses como Jefe de Estado, hasta entregar el mando del país a un Gobierno civil. Kamara ha servido entre 2007 y 2017 los cargos de gobernador del banco central, ministro de Hacienda y ministro de Exteriores. En 2018 fue acusado de apropiarse de 2.56 millones de dólares de los fondos públicos, cargos que negó y cuyo juicio sigue en curso.
El aumento del coste de alimentos ha sido el tema central en lo que respecta al proceso electoral, al ser Sierra Leona un país profundamente dependiente de las importaciones de arroz y harina provenientes de China, Turquía e India. Igualmente, la inflación alcanzó un 43% este mes de abril, una cifra que ha debilitado la figura del presidente Bio frente a los electores jóvenes, ansiosos ellos por una mejoría en su nivel de vida.
A lo largo de los próximos días se anunciará el ganador, aunque ya existen motivos de alegría para los sierraleoneses. Pese a los recelos mostrados por la comunidad internacional, la violencia anunciada y la penosa leyenda negra que pesa sobre ellos, este sábado han demostrado al mundo que abogan por una democracia fuerte y responsable donde, tal y como dijo el actual presidente, la herramienta más poderosa que tienen es su voto.
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