Corea del Norte

El soldado Travis King, el nuevo quebradero de cabeza para la Administración Biden

Corea del Norte confirma la captura del soldado estadounidense que cruzó la Zona Desmilitarizada

Travis King, el soldado de Estados Unidos que cruzó la zona DMZ de Corea del Norte
Travis King, el soldado de Estados Unidos que cruzó la zona DMZ de Corea del NorteReuters

Corea del Norte ha confirmado la custodia del soldado estadounidense, Travis King, un mes después de que éste se escabullera a este país a través de la fortificada frontera con Corea del Sur. Según el mando de la ONU, que vigila la Zona Desmilitarizada, Pyongyang finalmente ha reconocido la detención del recluta, aunque no ha facilitado más información o detalles sobre sus futuras actuaciones al respecto.

"El Ejército Popular de Corea ha respondido al Mando de Naciones Unidas en relación con el soldado raso PV2 King", declaró el Mando de las Naciones Unidas, utilizando las siglas del ejército norcoreano y el rango militar de King, aún en paradero desconocido.

Por su parte, el portavoz del Pentágono, el general de brigada Patrick Ryder, aseguró que el Reino Ermitaño se limitó a reconocer la petición del Mando de la ONU de información sobre King, pero se abstuvo de ofrecer pormenores al respecto. "Con el fin de no interferir en nuestros esfuerzos para que vuelva a casa, no vamos a entrar en particularidades en este momento", añadió la fuerza militar multinacional.

El pasado 18 de julio, mientras recorría la Zona Desmilitarizada de la zona fronteriza, King se adentró en territorio norcoreano, lo que ha sumido a Estados Unidos en un atolladero diplomático con la potencia nuclear. El joven recluta, que se incorporó al ejército estadounidense en enero de 2021, había servido como explorador de caballería en la Fuerza de Rotación de Corea, que forma parte del compromiso de seguridad que Washington mantiene desde hace décadas con los surcoreanos.

No obstante, su asignación se vio salpicada por numerosos litigios. El conflictivo soldado se enfrentaba a dos acusaciones de agresión en Corea del Sur, y finalmente se declaró culpable de un caso de agresión y destrucción de propiedad pública por dañar un coche de policía durante una arenga, cargada de improperios. Por ello, en lugar de pagar una multa, King cumplió una condena de trabajos forzados en el correccional de Cheonan, del 24 de mayo al 10 de julio, según el servicio de noticias Yonhap.

El pasado 10 de julio, King salió de prisión y días después se le reservó un vuelo de regreso a su puesto de origen en Fort Bliss (Texas). Escoltas militares le condujeron hasta el control de seguridad del aeropuerto -el punto más lejano al que podía llegar sin billete-, pero nunca le vieron embarcar. Y es que, en lugar de emprender el vuelo de vuelta para someterse a audiencias disciplinarias, se escabulló para incorporarse a una excursión por la zona desmilitarizada, o DMZ, el área altamente fortificada que separa las Coreas.

Así, King se convierte en el primer estadounidense conocido detenido en Corea del Norte desde Bruce Byron Lowrance, que fue capturado tras entrar desde la vecina China en octubre de 2018 y deportado varias semanas después. Al parecer, es el primer militar estadounidense que deserta a este hermético país en más de 50 años.

Cabe destacar que son muy escasos los tránsitos no autorizados a través de esta frontera, tan fuertemente blindada. En el pasado, los pocos estadounidenses que cruzaban hacia el Norte eran militares, misioneros, defensores de los derechos humanos o meros curiosos por conocer a una de las sociedades más secretas del mundo.

Así, Pyongyang cuenta con un largo historial de detenciones de estadounidenses y de utilizarlos como moneda de cambio en las negociaciones bilaterales. De hecho, funcionarios estadounidenses han expresado su profunda preocupación por la suerte que podría correr King. El Ejército se ha fijado en el trágico y publicitado caso de Otto Warmbier, un estudiante universitario estadounidense que estuvo encarcelado en el Norte durante 17 meses y murió poco después de ser devuelto a Estados Unidos en estado de coma, en 2017.

Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra porque el conflicto de 1950-53 terminó en un armisticio, no en un tratado, y la mayor parte de su frontera está blindada. El último incidente se produce mientras la diplomacia entre los dos países está estancada y mientras el líder norcoreano, Kim Jong Un, aboga por un mayor desarrollo armamentístico, incluida la fabricación de cabezas nucleares tácticas.