Londres

Sudán anuncia que liberará a Meriam en los próximos días

Meriam Ibrahim en una celda en una cárcel de Jartum junto a su hijo Martin de 20 meses y Maya, la bebé nacida hace cuatro días
Meriam Ibrahim en una celda en una cárcel de Jartum junto a su hijo Martin de 20 meses y Maya, la bebé nacida hace cuatro díaslarazon

Meriam Ibrahim, la sudanesa de 27 años condenada a la horca por haberse casado con un cristiano y haber renunciado al islam, será liberada en los próximos días, según explicó ayer a la BBC un alto cargo del Gobierno sudanés. La presión internacional por este caso ha aumentado después de que el miércoles Meriam diera a luz a una niña encadenada al suelo, según el testimonio de su marido, Daniel Wani. Abdullahi Alzareg, un funcionario del Ministerio de Exteriores de Sudán, dijo a la cadena británica que su país respetará la libertad religiosa que impera en el país y que ofrecerá protección a la condenada.

El primer ministro británico, David Cameron, había pedido ayer personalmente al Gobierno de Sudán que revocase la sentencia a muerte. En varios mensajes en Twitter, el líder «tory» subrayó que «la libertad religiosa es un derecho» y urgió al Ejecutivo sudanés a respetar los derechos humanos. «Estoy absolutamente horrorizado por la decisión de condenar a muerte a Meriam Ibrahim (como se la conoce en Reino Unido)», afirmó. «El trato que se le dispensa no tiene lugar en el mundo de hoy», añadió el jefe del Ejecutivo británico. Cameron urgía al Gobierno de Jartum «a revocar la sentencia y ofrecer apoyo para Meriam Ibrahim y sus hijos», llamamiento al que no dudaban en sumarse el líder liberaldemócrata, Nick Clegg, y el laborista Ed Miliband, quienes también mostraron su «horror» por la sentencia «bárbara» contra la joven Meriam, médico de profesión. Clegg señaló que sentencias así suponen «una violación flagrante de sus derechos humanos» y Miliband dijo que «nadie debe ser perseguido por la religión que profesa o la persona de la que se enamora».

El anuncio de la próxima liberación de Meriam llega también después de que ONG, organizaciones internacionales como la ONU y otros líderes mundiales se hicieran eco del caso. Una de las campañas más publicitadas es la puesta en marcha por la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI), con sede en Londres. AI hizo una petición a gobiernos e instituciones para presionar al Gobierno sudanés a fin de que libere a la detenida, después de que ésta recurriese su sentencia.

La joven Meriam Ishaq, sentenciada a la horca por convertirse al cristianismo y no renunciar a él tras casarse con un musulmán, lamenta tener que amamantar a su hija recién nacida «con unos grilletes en las piernas y encerrada en una prisión» en un suburbio al oeste de Jartum. En una entrevista telefónica con Efe, su esposo, Daniel Wani, aseguró que ésta recibió «con alegría» a su nuevo bebé, aunque lamenta las condiciones en las que vino al mundo. Wani, de origen sursudanés pero de nacionalidad estadounidense, celebró haber podido ver a su hija, que nació entre las rejas de la prisión de mujeres de Omdurman, y expresó su confianza en poder seguir visitándola la próxima semana. Las autoridades penitenciarias le otorgaron un permiso para que pueda visitar a su esposa dos veces por semana, en encuentros de veinte minutos. Wani aclaró que tanto Meriam como la recién nacida «se encuentran en buen estado de salud y con la moral alta», a pesar de las circunstancias de su detención. Anunció también que habían decidido llamar a su hija Maya, a la que describió como una «hermosa pequeña», y confirmó que la recién nacida comparte celda también con su hermano Martin, de 20 meses.

Wani reveló los continuos intentos de los clérigos, que pertenecen a instituciones gubernamentales, de convencer a la joven para que vuelva al islam, a pesar de que pesa sobre ella una sentencia a muerte. «Mariam sigue insistiendo en su postura de que su origen siempre fue cristiano y pidió a la administración penitenciaria que no se la moleste con los repetidos intentos inútiles» de hacer que se declare musulmana. Reconoció también la existencia de presiones por parte de diferentes líderes religiosos islámicos para convencerla de que deje el cristianismo. «¿Cómo va a volver al islam si nunca fue musulmana? Su padre fue musulmán, es cierto, pero quien la crió fue su madre, que es cristiana», detalló Wani. El esposo recordó que está a la espera de que el Tribunal de Apelaciones se pronuncie después de que el abogado del caso haya rechazado el veredicto y lo haya recurrido para, o bien revocar la pena o reducir el castigo. «Tengo la confianza de volver a verla pronto en libertad», señaló.

Daniel Wani se casó con Meriam Ibrahim en una iglesia católica en Jartum hace tres años y la pareja tuvo a su primer hijo antes de que comenzase el proceso judicial. No obstante, el juez que la condenó a muerte declaró nulo el matrimonio, ya que las leyes de la «sharia» (ley islámica) no permiten que una mujer musulmana se case con un cristiano. La aplicación de la «sharia» en Sudán está en el centro de muchas de las críticas, que consideran que ésta no debe ir en contraposición al respeto de los derechos humanos. El tribunal sudanés sentenció a Meriam a la ejecución en la horca y a cien latigazos, tras haberla declarado culpable de cargos de apostasía y adulterio.

Siguiendo la legislación sudanesa, la pena de muerte que pesa sobre la joven no se aplicaría hasta dentro de dos años, cuando termine el periodo de lactancia de la hija. Afortunadamente, la pesadilla de Meriam podría estar a punto de acabar. Efe