El presidente estadounidense Donald Trump ha vuelto a situar la cuestión del gerrymandering -la manipulación de las fronteras de los distritos electorales para favorecer a un partido- en el centro del debate político, esta vez con la mirada puesta en Texas. Durante una entrevista en las últimas horas, Trump afirmó que los republicanos "tienen derecho" a obtener cinco escaños adicionales en la Cámara de Representantes gracias a la redistribución de distritos que impulsa el Partido Republicano texano, de cara a las elecciones legislativas de 2026.

"Deberíamos tener muchos más escaños en California. Está todo manipulado", dijo el expresidente. "En Texas tenemos una oportunidad para sumar cinco asientos. Tenemos un gran gobernador, buena gente, y yo gané Texas con la cifra de votos más alta de la historia del estado, como probablemente sabéis. Estamos en nuestro derecho a tener cinco escaños más", añadió.

Sus declaraciones se producen mientras el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, trabaja en acciones para aprobar un nuevo mapa electoral que podría eliminar cinco distritos actualmente en manos demócratas. Este movimiento podría modificar el equilibrio de fuerzas en el Congreso, donde los republicanos buscan reforzar su posición tras los comicios de 2024.

Más de 50 gobernadores abandonan Texas

La estrategia del Partido Demócrata en Texas ha sido drástica. Más de cincuenta legisladores estatales han abandonado el estado rumbo a Illinois, Nueva York y Massachusetts para impedir que la Cámara estatal logre el quórum necesario para sesionar. La ley texana requiere la presencia de al menos 100 miembros para iniciar los trabajos, y sin su asistencia la aprobación del nuevo mapa queda paralizada.

El gobernador Abbott no se ha quedado de brazos cruzados. Ha ordenado que los Rangers de Texas localicen y arresten a los legisladores ausentes, además de advertir que podría declarar vacantes sus escaños si persisten en el boicot. "Venid a por ello", respondió Gene Wu, presidente del caucus demócrata en la Cámara estatal, desafiando las amenazas del gobernador.

La disputa ha adquirido tintes de crisis institucional, con acusaciones de "racismo descarado" por parte de los demócratas, quienes ven en esta redistribución un intento de diluir el peso electoral de minorías urbanas que tradicionalmente votan por su partido.

¿En qué consiste e gerrymandering?

El gerrymandering es una práctica habitual en Estados Unidos y, aunque criticada, cuenta con una larga tradición en ambos bandos. Trump justificó la ofensiva republicana en Texas alegando que los estados demócratas, como California o Massachusetts, ya aplican estrategias similares que reducen la representación republicana en el Congreso.

En Massachusetts, ningún republicano ocupa un asiento en la Cámara de Representantes, pese a que Trump logró más de un tercio de los votos en las elecciones de 2024. "Fijaos, ellos van a Illinois por seguridad, pero todo eso está manipulado", denunció el presidente, en referencia al mapa electoral de ese estado.

Abbott ha endurecido su discurso, amenazando a los legisladores demócratas con multas de 500 dólares diarios por ausentarse de la Cámara y solicitando que se investiguen posibles delitos de soborno. Según el gobernador, los demócratas han recibido donaciones para financiar su viaje y evitar la votación, lo que podría considerarse ilegal. "Bajo el Código Penal de Texas, aceptar fondos para esquivar una votación puede ser un delito de soborno", aseguró Abbott.

Política "normal"

Sin embargo, expertos legales como el profesor Seth Barrett Tillman, de la Universidad Maynooth, sostienen que las acusaciones carecen de base jurídica."Si los legisladores están siendo transparentes sobre el origen de los fondos y los emplean para una acción política pública -como romper el quórum- no se puede hablar de soborno. Esto es política normal", explicó.

Abbott ha citado una opinión no vinculante de 2021 del fiscal general de Texas, Ken Paxton, para intentar justificar la destitución de los legisladores ausentes. Pero la interpretación legal es débil. La propia Corte Suprema de Texas ha establecido que un escaño solo puede considerarse abandonado si el legislador manifiesta la intención clara de renunciar a su cargo, algo que no ocurre en este caso.

Esta tensión política en Texas ha generado una respuesta en cadena. Estados gobernados por los demócratas, como California y Nueva York, han anunciado planes para revisar sus propios mapas electorales con el objetivo de aumentar el número de escaños azules en el Congreso. Esto apunta a una escalada de la guerra política por el control de la Cámara de Representantes antes de las elecciones de mitad de mandato, perfilando el gerrymandering como la estrategia de punta de lanza para lograr sus objetivos.