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EE UU

El jefe del Pentágono plantea el envío de tropas y la reactivación de bases para "asegurar" el Canal de Panamá

El gobierno de Trump lleva meses tratando de aumentar su influencia en el enclave estratégico

El gobierno de Estados Unidos mantiene su presión sobre el Canal de Panamá, un enclave estratégico cuya relevancia geopolítica ha vuelto al centro del debate internacional. Desde hace meses, Donald Trump ha reiterado en múltiples ocasiones su intención de "recuperar el control" de esta vía interoceánica, que su país transfirió al Estado centroamericano hace más de dos décadas. El expresidente ha acusado a Panamá de haberse alineado con China y de aplicar tarifas excesivas a los barcos estadounidenses que transitan por el canal.

El último choque entre EE UU y Panamá tuvo lugar el pasado miércoles, mientras que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, visitaba la capital panameña. Durante su estancia, sugirió el regreso de tropas norteamericanas para "garantizar la seguridad" de una infraestructura que Washington considera de vital importancia para sus intereses globales. El plan, según el funcionario estadounidense, contemplaría reactivar antiguas instalaciones militares utilizadas durante el siglo XX, como la Estación Naval Rodman, la Base Aérea Howard y Fort Sherman.

Hegseth, que viajó a Ciudad de Panamá con el objetivo de firmar un acuerdo bilateral que permita a Panamá pagar a Estados Unidos por determinados servicios de seguridad, declaró que el pacto representa una "oportunidad para revitalizar, ya sea la base militar, la estación aérea naval o instalaciones clave donde las fuerzas estadounidenses puedan colaborar con el ejército panameño en el fortalecimiento de capacidades conjuntas, a través de una cooperación rotativa".

Sin embargo, la propuesta fue rápidamente rechazada por el gobierno panameño. El ministro de Seguridad, Frank Ábrego, defendió la neutralidad del canal y sostuvo que "no podemos aceptar bases militares ni instalaciones de defensa". Ya en marzo, el presidente José Raúl Mulino se expresó en la misma línea, afirmando con rotundidad que "no habrá bases militares de ninguna potencia" en el país.

Trump afirmó que no descartaba el uso de la fuerza

Esta no es la primera vez que Washington plantea públicamente un eventual despliegue de fuerzas. Poco antes de regresar a la Casa Blanca, Trump llegó a declarar que no descartaba el uso de la fuerza militar para garantizar el control sobre el canal.

Históricamente, Estados Unidos ha ejercido una influencia decisiva sobre esta ruta comercial. Tras construir el canal, inaugurado en 1914 tras una compleja obra de ingeniería impulsada por intereses económicos y militares, Washington mantuvo el control directo del enclave durante gran parte del siglo XX. No fue hasta 1999 cuando Panamá asumió su administración plena, en virtud de los Tratados Torrijos-Carter firmados en 1977. Estos acuerdos establecen la neutralidad del canal y obligan a aplicar tarifas equitativas a todas las embarcaciones, sin importar su nacionalidad o bandera.

Aun así, Trump continúa denunciando que los buques de la Marina estadounidense enfrentan tarifas que considera "altamente injustas", a pesar de que el sistema de cobros se basa en criterios objetivos como la capacidad y la carga transportada.