Grecia
Tsipras impone su acuerdo sobre Macedonia
Los diputados conservadores, favoritos en las encuestas para las próximas elecciones, votaron en contra junto a los socialistas
Los diputados conservadores, favoritos en las encuestas para las próximas elecciones, votaron en contra junto a los socialistas.
Los liberales votaron con la izquierda y las fuertes lluvias en Atenas impidieron las manifestaciones contra el acuerdo entre Grecia y la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM) para que esta pase a llamarse Macedonia del Norte. Así de inusual fue la votación parlamentaria de ayer en la que se aprobó la histórica resolución de un conflicto enquistado en los Balcanes desde que la pequeña república eslava proclamó su independencia.
El primer ministro Alexis Tsipras, que tuvo que sufrir recientemente la fractura de su coalición parlamentaria con los nacionalistas de Griegos Independientes (ANEL) por la tramitación de este acuerdo, ha conseguido mantener su disciplina de voto en Syriza (145 diputados), a los que se han sumado miembros díscolos de ANEL y los diputados del centrista Potami. La conservadora Nueva Democracia, que tiene la victoria en la mano en las próximas elecciones generales que se celebrarán como muy tarde en otoño, ha votado en contra, como también lo han hecho el antiguo Pasok y los comunistas. De momento, Tsipras se apunta una nueva victoria contra pronóstico como la que consiguió en la reciente moción de confianza tras el cisma en su Gobierno.
El acuerdo alcanzado en verano entre los primeros ministros de Grecia y Macedonia del Norte, Zoran Zaev, llamado de Prespa, despertó la ira de gran parte de la sociedad griega, sobre todo en el norte, donde se sitúa la región llamada también Macedonia. Los más reacios al acuerdo temen que este cambio pueda resultar en una vuelta del irredentismo y de las reclamaciones territoriales del vecino del norte sobre tierras griegas. Zaev, que consiguió de manera muy ajustada y tras un referéndum en parte fallido aprobar los cambios constitucionales para asumir el nuevo nombre en su propia nación, dependía del éxito de Tsipras para comenzar a dar los primeros pasos en una de las principales aspiraciones del recién bautizado país: su adhesión a la OTAN y a la UE.
En ambas organizaciones la noticia de Atenas ha sido recibida con entusiasmo. Jens Stoltenberg ha «saludado» la ratificación del acuerdo como «una contribución a la estabilidad y a la prosperidad de la región».
Y es que este acuerdo pavimenta el camino para que Grecia levante el veto que mantiene sobre la entrada de su vecino en ambas organizaciones desde su independencia.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha dicho que «se ha escrito una página de nuestra historia común», al tiempo que alababa «el coraje, el liderazgo y la responsabilidad de ambas partes para resolver una de las disputas más atrincheradas en la región». El canciller austriaco, Sebastian Kurz, ha expresado su total apoyo a que Macedonia del Norte empiece su adhesión a la UE.
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