
Oriente Próximo
Witkoff y Kushner, los empresarios que redibujan la diplomacia de Trump
Los dos arquitectos del plan negociado en Egipto comparten con Trump una visión común: la reconstrucción de Gaza como motor de estabilidad

Donald Trump anunció este miércoles el acuerdo de paz entre Israel y Hamás, un pacto que busca poner fin a dos años de guerra en Gaza y que ya ha sido celebrado por la comunidad internacional como un posible punto de inflexión en Oriente Medio. Sin embargo, detrás del anuncio triunfal del presidente estadounidense, dos figuras emergen como los verdaderos artífices de esta iniciativa: Steve Witkoff y Jared Kushner, los hombres de máxima confianza del mandatario y arquitectos del plan negociado en Egipto.
El pacto, alcanzado tras días de conversaciones en Sharm el-Sheij, contempla un alto el fuego inmediato, la liberación de rehenes israelíes y la retirada gradual del ejército de Israel de la Franja. A cambio, Hamás se compromete a liberar a los cautivos y permitir el ingreso de ayuda humanitaria, mientras se abre una nueva etapa de reconstrucción económica supervisada por Washington, Catar y Egipto.
Witkoff, empresario neoyorquino y viejo amigo de Trump, fue quien delineó las bases del plan de veinte puntos que el presidente presentó la semana pasada. Sin experiencia diplomática, pero con gran influencia dentro de la Casa Blanca, ha asumido un rol clave como intermediario entre las potencias regionales. Su enfoque, eminentemente pragmático, combina política y economía: “la paz debe ser sostenible y rentable”, habría dicho durante las reuniones en Egipto.
Por su parte, Jared Kushner, yerno de Trump y exconsejero presidencial, fue el encargado de dar forma a los detalles diplomáticos. Su conocimiento de la región y sus lazos con líderes como el príncipe saudí Mohamed bin Salman o el emir de Catar fueron decisivos para sellar el acuerdo. Kushner ya había sido pieza central en los Acuerdos de Abraham de 2020, y ahora regresa como figura clave del nuevo intento de pacificación de Gaza.
Ambos comparten con Trump una visión común: la reconstrucción como motor de estabilidad. El plan contempla transformar Gaza en un enclave abierto a la inversión internacional, con proyectos turísticos, zonas francas y desarrollo tecnológico. Fondos soberanos del Golfo, como los de Emiratos Árabes Unidos y Catar, ya habrían comprometido inversiones iniciales para financiar la infraestructura y la vivienda.
Pero el protagonismo de Witkoff y Kushner no está exento de polémica. Ambos tienen intereses empresariales activos en la región, según Financial Times. Witkoff mantiene vínculos con grupos inmobiliarios de los Emiratos, mientras que Kushner dirige Affinity Partners, un fondo respaldado por Arabia Saudí. Además, ambos son socios en World Liberty Financial, una firma de criptomonedas con capital emiratí. Estas conexiones han despertado interrogantes sobre posibles conflictos de intereses entre su rol diplomático y sus negocios privados.
Aun así, en la Casa Blanca consideran que su doble perfil —empresarios con acceso directo a los centros de poder árabes— es una ventaja. Trump confía plenamente en ellos y los presenta como la “nueva generación de pacificadores”. Si el acuerdo se consolida, no solo marcaría el mayor éxito diplomático de su segundo mandato, sino también un nuevo modelo de paz basada en la economía.
“La paz no solo se firma, se construye”, dijo Witkoff tras el anuncio. Kushner completó la frase: “Y esta vez, la construiremos literalmente, ladrillo a ladrillo”.
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