Hablan los expertos

La forma en la que duermes influye en cómo envejeces y los expertos explican por qué

Así es, los expertos confirman que la noche puede ser tu mayor aliado antiedad… o tu enemigo silencioso

Escena "Desayuno con Diamantes".
Escena "Desayuno con Diamantes".Gtres

Dormir bien siempre ha sido un acto de autocuidado, pero pocas veces pensamos en ello como una parte activa de nuestra rutina antiedad. Y, sin embargo, lo es. Hay algo profundamente revelador en descubrir que no solo influyen los productos que usamos o cómo tratamos nuestra piel durante el día, sino también lo que hacemos —y lo que no— mientras dormimos. Cada postura, cada noche sin descanso reparador, cada vez que olvidamos desmaquillarnos, deja una huella silenciosa que con el tiempo se hace visible: líneas más marcadas, arrugas que se fijan, flacidez, tono apagado.

Porque sí: tu piel también duerme. O, mejor dicho, necesita que tú duermas bien para poder repararse. Y cuando eso no ocurre, el envejecimiento se acelera. Raquel González, cosmetóloga y creadora de Byoode, lo resume de forma tajante: “Durante la noche, la piel entra en modo reparación, pero para que ese proceso sea efectivo necesita descanso real, oxigenación y limpieza. Si no le damos esas condiciones, envejece antes”. Es biología, pero también es mecánica. Y esa mezcla es la razón por la que dormir mal —o dormir “mal posicionado”— puede cambiar más cosas de las que imaginas.

Dormir de lado o boca abajo: la fábrica silenciosa de arrugas

Si nunca te habías planteado que la postura en la que duermes puede cambiar la forma en la que envejeces, este es el momento. Las expertas lo explican claro: dormir de lado o boca abajo genera una presión constante sobre las mismas zonas del rostro, y esa presión repetida durante años termina convirtiéndose en arrugas fijas. Mireia Fernández, directora dermocosmética de Perricone MD, lo define así: “La piel tiene memoria. Si siempre presionamos la misma zona, con el tiempo esa presión se convierte en arruga fija”.

Dormir boca arriba es —según todas las expertas— el mejor gesto antiedad gratuito que existe. Pero cambiar los hábitos cuesta. Marta Agustí, directora nutricional de Advanced Nutrition Programme, tiene la clave: “Dormir boca arriba y usar fundas de seda o satén reduce la fricción y minimiza el daño”. Mientras que Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8, añade: “Colocar una almohada bajo las rodillas ayuda a mantener la postura y evita girarse inconscientemente”.

Y, por supuesto, una piel elástica resiste mejor la presión nocturna. Para ello, cosméticos ricos en DMAE, péptidos, retinoides y lípidos nutritivos fortalecen la estructura dérmica y hacen que la piel soporte mejor la gravedad y el roce. Antes de introducirlos en la rutina, recuerda: por la noche la piel se vuelve más receptiva a los ingredientes regeneradores.

Liquid peptides advanced MP, de Medik8 (95 euros)

Liquid peptides advanced MP.
Liquid peptides advanced MP.Medik8

Fórmula con 30% de péptidos y tecnología Dual MiniProteins™ que mejora colágeno, elastina y ácido hialurónico. Repara líneas y fortalece la barrera.

Neuropeptide facial cream, de Perricone MD (176 euros)

Neuropeptide facial cream.
Neuropeptide facial cream.Perricone MD

La conocida liquid gold: glicólico para mejorar textura, DMAE para firmeza y neuropéptidos para un efecto tensor duradero.

Insomnio: el precio en colágeno del cortisol

Si alguna vez has pasado una mala noche, sabes que la piel lo nota al instante. Ojeras, piel más fina, tono apagado… Pero cuando las noches malas se convierten en hábito, los efectos van mucho más allá. Mientras dormimos, la piel repara el daño oxidativo del día, aumenta la microcirculación y activa la producción de colágeno. Si ese proceso se interrumpe por falta de sueño, entra en escena el enemigo del buen envejecimiento: el cortisol. Mireia Fernández lo explica así: “La falta de sueño eleva el cortisol, una hormona que degrada el colágeno y ralentiza la renovación celular”. Y Patricia Garín (Boutijour) añade: “La piel dormida poco está más sensible, deshidratada y con arrugas más marcadas”.

Perfectos para resetear la piel cuando el sueño no ha acompañado. Para compensar esas noches en vela, las expertas recomiendan ingredientes calmantes, antiinflamatorios y reparadores: niacinamida, madecassoside, cobre, probióticos y activos botánicos.


Watercress & copper lyric, de Byoode (55 euros)

Watercress & copper lyric.
Watercress & copper lyric.Byoode

Reafirmante e iluminador con berros, gluconato de cobre y niacinamida. Mejora textura y luminosidad.

Hyaluronic intensive moisturizer, de Perricone MD (78 euros)

Hyaluronic intensive moisturizer.
Hyaluronic intensive moisturizer.Perricone MD

Hialurónico de cuatro pesos moleculares + niacinamida + extracto de romero. Hidrata, calma y refuerza.

El error más grave: irse a la cama sin desmaquillarse

Si hay un gesto que acelera el envejecimiento como pocos, es no desmaquillarse. Puede parecer exagerado, pero un experimento de la periodista Anna Pursglove lo demostró: tras 30 días sin lavarse la cara, su piel había envejecido lo equivalente a diez años. ¿Por qué ocurre esto? Porque cuando la piel no se limpia: se acumulan impurezas, sebo, contaminación y maquillaje, aumenta la inflamación crónica, disminuye la oxigenación, y se generan más radicales libres. El resultado: arrugas profundas, poros dilatados, tono grisáceo y textura irregular. Raquel González lo deja claro: “La doble limpieza es la única manera de mantener la piel equilibrada y preparada para regenerarse”.

Y para cerrar el ritual nocturno, la aromaterapia puede ayudar a conciliar mejor el sueño y reducir el estrés, lo que también beneficia la piel. Ingredientes como lavanda, vetiver o sándalo actúan a nivel emocional y físico, reduciendo cortisol y calmando la inflamación.

Super green poem, de Byoode (29 euros)

Super green poem.
Super green poem.Byoode

Gel limpiador suave con saponinas vegetales y AHA equilibrados.

Deep relax roller ball, de Aromatherapy Associates (28 euros)

Deep relax roller ball.
Deep relax roller ball.Aromatherapy Associates

Aceite esencial con vetiver, camomila y sándalo para inducir relajación profunda.

Dormir bien no solo descansa: rejuvenece

La postura, el descanso, el cortisol, la limpieza… todo influye en cómo envejecemos. Y aunque no podemos controlar cada arruga que nos regala el tiempo, sí podemos cuidar cómo llegamos a ellas. Dormir bien, dormir mejor y cuidar la piel antes de cerrar los ojos es, probablemente, el gesto antiedad más bonito (y más eficaz) que podemos regalarnos.