
Belleza
“Dormir bien es más eficaz que cualquier producto”: los hábitos que realmente iluminan la piel en invierno, según una experta
La esteticista Mercedes Aneiros nos revela qué hábitos diarios pesan más que cualquier crema en invierno

Dormir mal, vivir estresada o abusar del alcohol apagan la piel más rápido que la falta de cosméticos. Aunque las rutinas de skincare se han vuelto cada vez más sofisticadas, los factores que más influyen en la luminosidad del rostro siguen siendo los más simples: el sueño, la alimentación y la calma mental.
Lo confirma Mercedes Aneiros, esteticista con años de experiencia en cuidado facial, quien insiste en que "no hay crema que sustituya una buena noche de sueño". Para ella, la piel es un reflejo del estilo de vida, no solo del neceser. "Durante la noche el cuerpo se repara. Aumenta la producción de colágeno y elastina, mejora la microcirculación y baja el cortisol, que es el gran enemigo del brillo natural", explica. "Por eso dormir entre siete y nueve horas es el primer gesto de belleza real. De hecho, hay estudios que avalan que las mujeres necesitamos dormir algo más que los hombres".
El cuidado del rostro también empieza en la cocina
Más allá del descanso, Aneiros apunta que lo que comemos influye directamente en la apariencia de la piel. "Una dieta rica en antioxidantes, omega 3 y alimentos antiinflamatorios hace que el rostro se vea más luminoso y uniforme. Es tan simple como priorizar frutas, verduras y grasas buenas", dice.
En el extremo opuesto, los hábitos tóxicos -como el tabaco o el alcohol- son los que más apagan el cutis. "El tabaco fatiga la piel y el alcohol la inflama y deshidrata. A veces basta con reducirlos unas semanas para notar un cambio visible en la textura y el tono", señala la experta.
La barrera cutánea, la frontera invisible que envejece antes de tiempo
Otra de las claves que Mercedes destaca es el cuidado de la barrera cutánea, esa capa protectora que mantiene la hidratación y actúa como defensa natural frente al entorno. Cuando se daña, aparecen síntomas como sequedad, textura áspera, inflamación o brotes de acné.
"Una barrera desequilibrada acelera el envejecimiento. Por eso es esencial limpiarse bien, pero sin agredir. Agua tibia, un limpiador suave y una buena hidratación con ceramidas o ácido hialurónico son la base. Si, además, integras exosomas, el resultado es espectacular", comenta.
Y añade un consejo que, según ella, todavía cuesta asimilar: "Protegerse del sol todos los días del año. No solo en verano ni solo si vas a la playa. El protector solar es el mejor tratamiento antiedad que existe".
El error más común: cambiar constantemente de productos
En un mercado saturado de cosméticos, muchas personas tienden a sobrecargar su piel con fórmulas distintas cada semana. Para Aneiros, ese es uno de los mayores errores. "No se trata de usar diez productos, sino de usar tres buenos y hacerlo todos los días. La piel no se acostumbra; lo que necesita es constancia", explica.
Recomienda, además, que cada rutina se construya a partir de un diagnóstico profesional. "El limpiador o la crema ideal no son los mismos para quien busca tratar el acné que para quien quiere luminosidad o firmeza. Por eso es importante dejarse guiar y no improvisar".
La rutina mínima que realmente funciona
Aneiros lo resume en tres pasos por la mañana y dos por la noche:
- Por la mañana: limpieza suave, sérum antioxidante (como vitamina C o niacinamida) y protección solar.
- Por la noche: doble limpieza si hay maquillaje y un activo regenerante, como retinol o exosomas
- Plus semanal: una mascarilla que potencie la hidratación.
"No hace falta una rutina de diez pasos para tener buena piel. Lo que marca la diferencia es la constancia y la elección adecuada de productos", concluye.
En un momento en el que las tendencias prometen resultados inmediatos, la propuesta de Aneiros suena casi revolucionaria por su sencillez: volver a los básicos, dormir bien, comer mejor y proteger la piel del sol. Todo lo demás -dice -, "son agregados".
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