Emprendedores

El fenómeno POMPEII: Las zapatillas que arrasan en España

La marca acaba de cumplir cuatro años y se ha convertido en una de las más famosas del país. Facturan miles de euros al mes y su empresa ya supera la veintena de empleados

Algunos de los modelos de Pompeii
Algunos de los modelos de Pompeiilarazon

Jaime, Nacho, Jorge y Cosme, son los nombres de los protagonistas de esta historia: POMPEII. La marca de zapatillas que todo joven quiere tener en su armario. Son buenas, bonitas y baratas. Pegan con todo. Tanto si las queremos usar con un estilo casual, como si queremos hacerlo con americana y jeans. “Queríamos fabricar unas zapatillas que fueran asequibles y cómodas”, confiesa Jaime Garrastazu a LA RAZÓN.

Este joven que estudió ADE bilingüe en CUNEF, lo dejó todo para centrarse en el proyecto. Es quien dirige el marketing y el departamento de ventas de POMPEII, la marca de zapatillas que nació con la idea de tener todos los requisitos para que los jóvenes las pudieran comprar. Siendo cómodas, prácticas, bonitas y baratas.

Recuerda con una sonrisa en la cara, cuando los cuatro amigos decidieron crear una marca. Pero no de camisetas ni sudaderas como hacían algunos de sus compañeros. Ellos querían hacer zapatillas. Y unas zapatillas que fueran diferentes al resto. Sin dudarlo se pusieron manos a la obra y, curiosamente, preguntaron al buscador de internet Google, ¿“cómo hacer zapatillas?”. Y fue ahí donde tuvieron un primer acercamiento con el mundo del calzado. Observaron patrones, diseños y lugares donde realizaras: La Rioja y Elche. No se lo pensaron dos veces y eligieron la localidad valenciana. “Siempre con mar”.

Jaime afirma que la primera toma de contacto con los fabricantes fue muy curiosa. “Pensaban que les estábamos vacilando puesto que no teníamos mucha idea. Así que optamos por inventarnos que éramos gente de la distribución y que queríamos meternos de lleno en el negocio de la fabricación de zapatillas. Usamos las tres palabras clave: Horma, molde y vulcanizado”. Aunque no fueran suficientes.

Les colgaron muchos teléfonos y se cerraron puertas, pero no se rindieron y optaron por viajar directamente a Elche. Llamaron puerta a puerta hasta que, finalmente, una de las fábricas, les atendió. “Y por fin nos hicieron caso”.

Querían una zapatilla que se pudiera usar en cualquier momento, original y conservadora para el día a día. Cuando llegó el primer modelo, no gustó nada a sus creadores. Era fea y recuerdan que fue “un completo desastre”. Lo único que podían hacer era cambiar el color del cordón. Y ahí fue cuando todo cambió. Ese modelo se convirtió en el sello de identidad de la marca. En la zapatilla más vendida: la POMPEII HIGBY.

Durante sus cuatro años de vida, Pompeii ha cosechado un enorme éxito entre todo tipo de clientes. Desde los más jóvenes de entre 25-35 años, hasta mayores que quieren ir a la última. Un detalle que marca su seña identidad, es que los cantantes del grupo Taburete, Guillermo Bárcenas y Antón Carreño, usan con frecuencia este calzado en sus conciertos. Y es que tanto la marca de zapatillas como el grupo, han creado un estilo característico entre los sectores de la sociedad más “casual”.

La piñata que piñatea todas las piñatas

Este fue el lema de una campaña publicitaria de este año. Coincidiendo con su cuarto cumpleaños, pensaron en la idea de realizar una gran piñata con productos de marcas colaboradoras y dejarlos caer sobre las cajas de los pedidos comprados entre una serie de días. Por lo que el cliente cuando recibía en su casa, la caja “vintage” donde se transportan las zapatillas, encontraba algo más en su interior. Una verdadera sompresa.

Jaime reconoce que las redes sociales, muy especialmente Instagram, son fundamentales a la hora de interactuar con los clientes y el público joven. Destinan un 80% de su inversión publicitaria en esta red social. Creen que esta forma de estar “en contacto con la gente” es el futuro y abre un amplio abanico de posibilidades comerciales. “Aunque la mejor publicidad, sea el boca a boca entre amigos y familiares”.

Actualmente la empresa ha crecido mucho. La marca de zapatillas que surgió mientras sus creadores escuchaban de fondo la famosa canción de Bastille, y que comenzó su andadura en un garaje vendiendo por internet. Pasó en su segundo año de vida a una antigua nave donde se almacenaba pescado. Hoy, en pleno 2018, cuenta con más de veinte trabajadores y tiene su sede en un magnífico piso señorial del centro de Madrid entre los barrios de Tribunal y Alonso Martínez, donde facturan una media de 80.000€ al mes. Pompeii es otro claro ejemplo de jóvenes emprendedores que lucharon por alcanzar sus sueños hasta transformarlos en realidad.