Premios Oscar

Dicaprio casi se deja su Oscar en un restaurante

El actor acabó en el restaurante Ago, en el West Hollywood, donde se le pudo ver bebiendo y fumando de su cigarrillo electrónico

El actor tras la ceremonia de los Oscar
El actor tras la ceremonia de los Oscarlarazon

Todo el mundo estaba expectante por si Leonardo DiCaprio se llevaba el Oscar a casa esa noche y, después de cinco nominaciones, consiguió la ansiada estatuilla. Muchos lo celebraron, incluido él, que de fiesta en fiesta, acabó en el restaurante Ago, en el West Hollywood, donde se le pudo ver bebiendo y fumando de su cigarrillo electrónico acompañado de sus amigos Lukas Haas, Tobey Maguire, Chuck Pacheco, Vincent Laresca, el productor de «El renacido» Arnon Milchan, Richie Akiva, su madre Irmelin Indenbirken, su padre George y su madrastra Peggy Dicaprio. En definitiva, el ambiente era señal de la gran noche que el actor y su círculo más íntimo llevaban tiempo esperando.

El grupo se divertía pasándose el trofeo de DiCaprio de mano en mano hasta que llegó el momento de irse. A la salida, una manada de periodistas esperaban al actor con sus flashes dispuestos a retratarle estatuilla en mano. Pero no fue así. Poco tardaron en percatarse de que el Oscar no lo tenía, quizás ya lo había guardado en un sitio seguro antes de salir a celebrarlo. Pero apenas un minuto después, y con el coche a punto de arrancar, un hombre desconocido apareció entre la multitud para devolvérselo después de que DiCaprio lo olvidara en el local.

Lo cierto es que el actor prestó escasa atención a la estatuilla de hecho, casi ni la echó en falta, pero finalmente fue uno de sus asistentes quien la cogió para guardarla en la guantera del coche. Está claro que, aunque le ha costado varios años conseguir el aclamado Oscar, esa noche estaba más centrado en la celebración que en el premio, puesto que tiene toda una vida para contemplarlo e incluso, la posibilidad de alzarse con otro. Es normal que fueran sus asistentes quienes se hicieran cargo mientras él disfrutaba de la noche sin preocuparse de nada más que de festejar su tan esperado premio.