Del potito: disonancia evolutiva

Esta dieta fue inventada por Tracy Anderson, entrenadora de muchas famosas de Hollywood, y su método consiste en comer 14 potitos al día y realizar una cena de «adulto» a base de carne y verduras. Aproximadamente, un potito suele tener de 70 a 90 kcal, si realizamos el cálculo de la energía que se obtiene a través de ellos, unas 1.100 kcal, y le sumamos las de la cena, unas 300-400 kcal, el aporte calórico de la dieta del potito sería de 1.450.

Lo bueno

- A pesar de que no hay parte positiva en seguir esta dieta, se podría destacar el hecho de que mantiene una comida al día, la cena, donde se promueve el consumo de verduras y hortalizas, en su mayoría acompañada de una porción de carne. El porqué funciona es debido al poco aporte calórico, que, si bien permite obtener los resultados que se buscan, presenta carencias vitamínicas y minerales, además de provocar una disminución de masa muscular.

Lo malo

- Uno de los errores de esta dieta es su monotonía en la textura, alimentos, sabor, tres tipos de cocción, además de que tiene una densidad nutricional en cuanto a vitaminas y minerales deficitaria, lo que podría llevar a ciertas carencias y la sensación de fatiga, cansancio, apatía y somnolencia. Podemos considerarla una dieta estacionaria, con un objetivo a corto plazo, que provocará una disminución de peso rápido y severo, pero que produce adaptaciones metabólicas que pueden provocar el temido «efecto rebote». Por otro lado, al ser una recomendación poco personalizada, la restricción calórica generalizada puede causar un balance negativo en cuanto al aporte de energía de la dieta, sobre todo en personas activas, que puede disminuir su rendimiento y masa muscular.

La nota: 0-1