Casa Real

Don Juan Carlos, «tranquilo» fin de semana en Sanxenxo

Su equipo de vela comenzó a trasladarse ayer a palma desde Galicia, donde su entorno afirma que estuvo «relajado y disfrutando de una comida» ante la imposibilidad de navegar

Don Juan Carlos, quien desde 2009, llevaba sin competir en la Copa del Rey en Mallorca por sus operaciones / Efe
Don Juan Carlos, quien desde 2009, llevaba sin competir en la Copa del Rey en Mallorca por sus operaciones / Efelarazon

Su equipo de vela comenzó a trasladarse ayer a palma desde Galicia, donde su entorno afirma que estuvo «relajado y disfrutando de una comida» ante la imposibilidad de navegar.

Mientras el «caso Corinna» se encuentra en el punto de la atención mediática, el protagonista, es decir, el Rey Juan Carlos y su entorno, centran su interés en la próxima competición de regatas, «sorprendidos» por las últimas publicaciones respecto a la actitud del padre del Jefe del Estado. «Si se informa así de los asuntos en el Congreso de los Diputados miedo me da», se burla una persona del mundo de las regatas, próximo a Don Juan Carlos y conocedor de cómo se desarrollaron los acontecimientos del fin de semana en Sanxenxo. Porque, tal y como avanzó este periódico, antes de desplazarse a Palma de Mallorca, el ex Jefe del Estado ha hecho parada en su reducto norteño de libertad para participar en la 15ª regata social 6MR. Afirman que estuvo alrededor de una hora en el pantalán del Real Club Náutico de Sanxenxo en un coche deportivo, pero no por huir de la prensa, como se ha publicado, sino por un motivo más rutinario: esperar para comprobar si había viento para poder navegar o no.

Esperando al viento

Pero, según explican, el padre de Felipe VI llegó a la localidad de Pontevedra el sábado por la noche y el domingo por la mañana se desplazó al pantalán con la intención de navegar. «A veces la gente no cae en que es una persona de 80 años y con problemas de movilidad, por lo que no puede estar subiendo y bajando de un coche. El equipo estuvo charlando con él de la vela, con toda tranquilidad y naturalidad, esperando a que el viento entrara. Como no había manera, se suspendió la regata y cada uno a su casa. Fin de la historia», explica. «Estaba muy tranquilo y sin hablar nada del tema. Como es natural, no le preguntamos por una cuestión de educación y respeto», añade. Según cuenta, al ver la imposibilidad de practicar lo que define como su «verdadera pasión», la vela, se fue a realizar la segunda, la buena comida. Don Juan Carlos se dirigió a un restaurante en Sanxenxo junto con unos amigos, entre los que se encontraba su inseparable Pedro Campos.

«No se puede estar subiendo y bajando de un coche porque le duele, así que él permaneció sentado en el coche todo el tiempo que estuvimos dirimiendo si se podía salir a navegar o no», explica. Después de su última operación, en abril de este año, para la implantación de una nueva prótesis en su rodilla derecha, el Rey Juan Carlos se ha estado sometiendo a un proceso de rehabilitación. Independientemente de la recuperación, no hay que olvidar que puede competir en las regatas porque el barco está diseñado para que quede «encajado» en su habitáculo y no necesite moverse por la embarcación. De esta forma, el monarca va siempre sentado.

Significado especial

Pero, la última vez que participó en el campeonato de la isla balear, la Copa del Rey, fue en 2009, ya que a partir de entonces empezaron las sucesivas intervenciones quirúrgicas. Su incorporación a la competición deportiva posee un significado especial, primero por la inmortalización de padre e hijo compitiendo juntos, y segundo porque este año Zarzuela ha anunciado una serie de actos conmemorativos por su 80 cumpleaños. Tras las filtraciones del ex comisario Villarejo a «Okdiario», estas imágenes tendrán un interés mediático añadido en caso de que no haya cambio «de rumbo». Si mantiene los planes será la estancia más prolongada de don Juan Carlos en Mallorca de los últimos tiempos, una vez que el pasado verano no acudió y el anterior solo se le pudo ver en una cena. Esta vez pasará unos días con los Reyes y sus nietas, en cuanto éstas vuelvan del campamento de verano del que están disfrutando este mes en Estados Unidos.