Arquitectura

La Villa Olímpica que recibiría medalla de oro

La nueva arquitectura se pone al servicio de los grandes eventos recurriendo a la impresión 3D, las apps más conocidas y un uso novedoso de la tecnología

Hay casas con espacios habitables hinchables de tejidos inteligentes
Hay casas con espacios habitables hinchables de tejidos inteligenteslarazon

La nueva arquitectura se pone al servicio de los grandes eventos recurriendo a la impresión 3D, las apps más conocidas y un uso novedoso de la tecnología

Ya son varios los equipos olímpicos que se han quejado por el alojamiento que les ha tocado sufrir, más que vivir, en la Villa Olímpica de Río 2016. Casas sin enchufes eléctricos, con enormes goteras (como mostraron en redes sociales los checos) o sin muebles, como le sucedió a los del equipo de hockey sobre hierba de la India. Por si fuera poco, el proyecto de los organizadores era vender las casas y departamentos después, pero vista la calidad de los mismos, muy pocos se harán con ellos.

Quizás deberían haberse aprovechado de la tecnología más actual. Algunas de las tendencias se han podido ver esta semana en el House Vision Tokio 2016, realizado en Tokyo. Uno de los proyectos más innovadores es el presentado por Fumie Shibat, un arquitecto local que ha aprovechado un área de las casas que habitualmente se ignora: los muros de la entrada. Shibat ha colocado precisamente en la entrada unas pequeñas puertas, a diferentes alturas, con distintos propósitos. Una de esas puertas es una nevera, para que los servicios de comida a domicilio puedan acceder directamente, a cualquier hora. Funcionan con huella dactilar para el propietario y con una clave numérica que se puede cambiar para que el repartidor deje el alimento o los fármacos que precisan refrigeración, allí. También hay puertas que permiten la entrega de paquetes y, mediante tecnología láser imprimen una firma, constancia de recibo del envío.

La conocida app Airbnb, de alquiler vacacional, ha creado también una casa junto al arquitecto Go Hasegawa completamente de madera impresa con imperfecciones que la hacen casi indistinguible de la madera real. Y a un coste mucho más económico ya que se hace con virutas de descarte y tinturas para darle el tono deseado.

Finalmente está el proyecto de Beau Burrows. Este artista, convertido en arquitecto sui generis ha creado una serie de espacios habitables hinchables. Construidos con tejidos inteligentes, interactúan con sus habitantes, encendiendo o apagando luces, aumentan la resistencia en ciertas zonas, según sean más o menos las personas que se encuentran en ellas. El sistema tiene numerosas ventajas. Aparte de ser más resistente de lo pensado, al tratarse de una estructura rellena de aire, es muy efectiva en términos de aislamiento térmico, lo que la convierte en una residencia muy económica. Es modular y puede ampliarse o reducirse a voluntad. Es fácil de trasladar, sencilla de planificar y diseñar y puede combinarse con diferentes materiales, como vidrio, madera y cemento. También se aprovecha del movimiento para generar energía, al menos para luces de las habitaciones. Y, una vez deshinchada, ocupa un espacio mínimo.