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¿Sienten los animales empatía entre ellos?

Un estudio realizado con ratones señala que después de dos semanas de contacto muestran signos de conexión

¿Sienten los animales empatía entre ellos?
¿Sienten los animales empatía entre ellos?larazon

Un estudio realizado con ratones señala que después de dos semanas de contacto muestran signos de conexión

La ciencia lleva décadas buscando las claves físicas y psicológicas de esa capacidad que parece tan humana, la empatía. Y una de las propuestas más valientes y sorprendentes de la neurología en este sentido es la llamada «teoría de las neuronas espejo». Giacomo Rizzolatti y Corrado Sinigaglia, neurocientíficos de las universidades de Parma y Milán, respectivamente, creen haber encontrado el grupo neuronal que interviene en los procesos empáticos. Se inscriben así gloriosamente en la estirpe de otros neurólogos valientes, como Oliver Sacks o Vilayanur Ramachandran, perseguidores incansables del sustrato biológico de la conciencia humana. Y lo han encontrado, precisamente, trabajando con animales.

El experimento fue como sigue. Los investigadores utilizaron ácido acético para producir una sensación de moderado dolor de estómago a ratones de laboratorio. Posteriormente dividieron la muestra en dos grupos: en uno se permitió que los ratones vieran a otros padeciendo el mismo dolor, en el otro se aisló al individuo sufriente.

Los primeros desarrollaron un subtipo de relación empática conocida como «contagio emocional»: cuando un individuo intenta imitar el estado en el que se encuentra el otro. Pero, curiosamente, eso solo ocurrió entre ratones que previamente habían sido compañeros de habitáculo, al menos, durante dos semanas. Quince días, parece, es el límite de tiempo en el que un ratón crea lazos afectivos con sus compañeros de caja, genera confianza y «empatía».

La investigación no acabó ahí. Para determinar cómo se comunican las sensaciones de dolor entre individuos en el mundo ratonil, los científicos bloquearon algunos sentidos de los animales. Mediante sulfato de cinc saturaron la percepción olfativa, por lo que se descartó que las señales de alarma se transmitieran mediante feromonas. También se evitaron contactos táctiles y auditivos. Con todos estos sentidos, los ratones seguían percibiendo el sufrimiento del compañero e imitándolo.

El único bloqueo efectivo a esta interacción fue separar a los individuos con una placa opaca de plexiglás. Parece demostrado que, en los ratones, la comunicación emotiva tiene un componente claramente visual.

Al igual que los humanos podemos detectar que una persona querida tiene «mala cara» y nos preocupamos por su salud, los ratones utilizan pistas visuales para conocer el estado de otro. Pero ¿para qué? Los etólogos no lo saben muy a ciencia cierta. Aunque parece que la empatía visual es una estrategia de supervivencia. Los mamíferos necesitan conocer el estado de estrés de sus crías para reaccionar rápidamente ante posibles carencias o amenazas. Posteriormente, esta habilidad se expande entre adultos. Los animales han de estar en «sintonía» con las señales de alarma, miedo y ataque de

sus pares.

Ahora los médicos pueden encontrar alguna utilidad a estos estudios. Imaginemos que se halla un origen genético, molecular o fisiológico a los comportamientos empáticos. Este avance podría ayudar a localizar estrategias de actuación farmacológicas o clínicas para combatir alteraciones de la función social como el autismo.

¿Hay algún sitio en el mundo donde ni suba ni baje la marea?

Existen algunos lugares en nuestro planeta donde los cambios de marea son prácticamente imperceptibles. Están situados en zonas más o menos centrales de los océanos en ambos hemisferios. Se trata de puntos geográficos que se denominan anfidrómicos. En ellos, la amplitud de la marea resulta casi totalmente nula.

¿Existe gente con fobia al frío?

Sí. Se llama criofobia a la repulsión patológica a padecer bajas temperaturas. Los que la padecen se abrigan más de lo necesario, tienden a no salir de casa cuando refresca e incluso se cambian de domicilio en busca de climas más cálidos. La respuesta ante el frío de estas personas es irracional y genera ansiedad y estrés extremos.

La cifra

3 hombres se suicidan en el mundo por cada mujer que consuma su propia muerte. El suicidio es una de las principales causas de muerte no natural.