Perimenopausia
Si eres mujer y tienes más de 40 años, estos son los 3 síntomas que te cambiarán la vida
La perimenopausia llega para quedarse y eso implica una serie de cambios físicos y mentales que, a veces, nos pilla por sorpresa, pero tenemos la solución
- "En la menopausia es posible perder peso y controlar los sofocos con buenos hábitos de vida"
Es una etapa de transición caracterizada por cambios hormonales significativos en el cuerpo de la mujer. Durante este período, los niveles de estrógeno y progesterona fluctúan, lo que puede generar síntomas como irregularidades menstruales, sofocos, cambios de humor, problemas para dormir y alteraciones en la libido. ¿De qué estamos hablando? ¿De la menopausia? Casi, de la perimenopausia. La duración de la perimenopausia varía, pero generalmente comienza en los años 40 y puede extenderse entre 4 y 10 años antes de que la menstruación cese por completo, marcando el inicio de la menopausia. Vamos, resumiendo, que tiene muchos de los síntomas de menopausia que todos conocemos, pero manteniendo la menstruación, Lo mejor de ambos mundos, vaya.
Este proceso es una parte natural del envejecimiento reproductivo femenino; sin embargo, en ocasiones los síntomas de perimenopausia son complicados de llevar a nivel físico y mental. Conocer lo que sentimos y por qué lo experimentamos nos ayuda mucho a saber combatir y convivir —al mismo tiempo— con este nuevo periodo de nuestras vidas. Hay programas destinados a las mujeres que comienzan esta nueva etapa y quieren conocer bien los síntomas y como tratarlos, aceptándolo y conociendo cuáles son los puntos en los que pueden hacer hincapié a partir de ahora para lograr una vida saludable, en calma, plena, desde el autoconocimiento y el autocuidado. Es como estar en un spa, pero adaptado a esas necesidades, uno de ellos es el programa de 7 noches de Palasiet Menopausia Vital (Castellón).
Vamos a empezar esta nueva etapa de nuestra vida, a modo de sección cada semana, para introducir, poco a poco, ciertos hábitos que nos ayuden en el proceso.
La perimenopausia: 3 síntomas que te van a cambiar la vida
Sofocos o sudores
"Con la llegada de la menopausia, los ovarios reducen su producción de estrógeno, lo que afecta el funcionamiento del hipotálamo, la parte del cerebro que regula la temperatura corporal. Esta disminución provoca que el hipotálamo se vuelva más sensible a los cambios de temperatura, desencadenando una respuesta de calor cuando el cuerpo no está realmente caliente, entonces el organismo responde a esta falsa percepción de calor dilatando los vasos sanguíneos en la piel lo que genera un aumento del flujo sanguíneo y sensación de calor. Este proceso, que puede variar de una mujer a otra, puede ir acompañado de sudoración e incluso escalofríos (cuando la temperatura corporal vuelve a la normalidad)", explica Irene Domínguez, tecnóloga de los Alimentos y responsable del departamento de Nutrición de Clínica Palasiet.
Aumento de la grasa abdominal
Durante la menopausia, la producción de estradiol, el principal tipo de estrógeno durante la vida reproductiva de la mujer, disminuye significativamente debido a que los ovarios dejan de funcionar y, por lo tanto, de producir hormonas. "Para compensar esta reducción en estradiol, que es clave para mantener la distribución de grasa en áreas como caderas y muslos, el cuerpo comienza a producir estrona, otro tipo de estrógeno que es menos eficaz en la regulación de la distribución de la grasa y que además tiende a favorecer la acumulación de grasa en la zona abdominal en lugar de en las caderas y los muslos. Este cambio en la distribución de la grasa no solo es estéticamente diferente, sino que también tiene implicaciones para la salud, ya que el aumento de grasa abdominal está asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y otras condiciones metabólicas", destaca.
Insomnio
Por o su parte, los niveles de estrógeno y progesterona también juegan un papel crucial en la regulación del sueño, tanto en la calidad como en la duración. "El estrógeno contribuye a mantener los niveles de serotonina, un neurotransmisor que promueve el sueño, mientras que la progesterona tiene un efecto sedante natural. Con la reducción de estas hormonas, las mujeres experimentan alteraciones en los patrones de sueño, además de ser más susceptibles los sofocos nocturnos y la sudoración, que interrumpen el descanso, creando un círculo vicioso que perturba el ritmo circadiano y exacerbando el insomnio", sentencia.
Yoga y la meditación: la mejor alternativa en la perimenopausia
La menopausia es una etapa de la vida que afecta a las mujeres de manera integral, abarcando grandes cambios físicos, bioquímicos, mentales, emocionales y sociales. Durante esta transición, es fundamental adoptar un estilo de vida saludable, ya que la práctica de actividad física y una buena alimentación juegan un papel crucial en la mitigación de los síntomas de la menopausia. El equipo de especialistas en menopausia de Domma señalan que, a nivel corporal, la práctica regular de actividades físicas como el yoga, junto con la meditación, mejora la postura corporal, aumenta la densidad ósea y reduce el riesgo de osteoporosis y fracturas. En el ámbito psicológico, que a menudo se le da menos importancia de la que se merece, la conexión cuerpo-mente de estas actividades las convierte en uno de los mejores ejercicios para la menopausia, ya que reduce los síntomas de depresión y ansiedad y ayuda a disminuir el estrés y sus síntomas asociados.
"Vemos claramente en las mujeres que el estilo de vida durante la transición menopáusica influye significativamente en los síntomas que experimentan. Y concretamente hemos detectado que el yoga y la meditación son aliados efectivos para mejorar el bienestar general de la mujer en transición menopáusica", señala Mireia Roca, cofundadora de Domma.
En este sentido, señala que el yoga y la meditación son aliados efectivos para mejorar el bienestar de la mujer en transición menopáusica.
"Los cambios hormonales durante la perimenopausia afectan la eficiencia de los neurotransmisores, lo que incrementa el estrés del organismo. El estrés crónico puede provocar una variedad de síntomas, incluyendo niebla mental, pérdida de líbido, depresión, ansiedad, insomnio, aumento de la presión sanguínea, riesgo de accidentes cardiovasculares, osteoporosis, pérdida muscular, inflamación, rigidez, problemas digestivos y disminución de la función inmune. Es muy útil poder controlar el estrés a través de prácticas como el yoga y la meditación", destaca Júlia Guri, biotecnóloga experta en menopausia de Domma.
Por último, el equipo de especialistas señala que es vital que las mujeres se sientan apoyadas y escuchadas por sus proveedores de salud y bienestar durante el climaterio y los cambios que entraña. "La educación de los profesores de yoga y fitness sobre la menopausia es esencial para adaptar las prácticas a las necesidades específicas de esta etapa y maximizar sus beneficios", concluyen.
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