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Atención «tercermundista» a menores con necesidades especiales en Los Palacios

Tras tres semanas de clases sin monitor de apoyo, la Junta plantea compartirlo con otro centro. Cerca de cuarenta afectados

La Razón
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Tras tres semanas de clases sin monitor de apoyo, la Junta plantea compartirlo con otro centro. Cerca de cuarenta afectados

Un curso escolar más los problemas con la atención a los menores con necesidades especiales se suceden en diferentes puntos de la geografía andaluza. La falta de monitores contratados por la Administración complica sobremanera la inclusión del alumnado con dificultades de aprendizaje y, por consiguiente, la conciliación familiar. Padres y madres del colegio público María Doña de Los Palacios y Villafranca, en la provincia de Sevilla, llevan reclamando desde el 10 de septiembre, día que arrancó el curso, el personal de apoyo necesario en el aula específica en la que figuran siete menores. La Consejería de Educación no ofrece soluciones por ahora pese a las reclamaciones presentadas incluso al Defensor del Menor, la denuncia al inspector de zona y las solicitudes realizadas desde la dirección del centro.

Un vídeo viral en la redes

Es tal la desesperación de las familias que uno de los padres de los niños afectados ha grabado un vídeo que se ha hecho viral y en el que desgrana sin tapujos la situación del centro por la apatía de la administración y la sensación generalizada de estar siendo discriminados de forma injusta. Juan Miguel Begines, papá de Jairo, un menor de diez años, denuncia las consecuencias de la falta de monitor en el aula específica del referido centro. Por ahora sólo tienen como respuesta la posibilidad de compartir monitor con otro centro educativo a partir del mes de octubre –varias horas en uno y otras tantas en otro–, lo cual sólo es un parche que, además, termina multiplicando la desatención actual.

«Estos niños necesitan unos recursos y sin ellos para qué los vamos a llevar al colegio. Son menores que no controlan esfínteres, que sufren ataques epilépticos, que van en sillas de rueda, que no se pueden expresar...», se lamenta Juan Miguel. Los padres acudieron a la delegación provincial de Educación pidiendo «por favor» ser escuchados y reclamando un monitor que atienda a los menores como había venido ocurriendo en los tres últimos años, «desde que se creó el aula específica». «Resulta que a la monitora que estaba –a su vez suplía a una persona de baja de larga duración– la dejan en el paro y no mandan a nadie», lamenta este padre, haciendo hincapié en la especial sensibilidad de estos menores a los cambios. «Hay niños que no permiten que se les toque, otros dependiendo de cómo les hablen no quieren ir al colegio o tienen un mal día. Incluso esos síntomas repercuten en su salud, pero esta gente –refiriéndose a los gestores educativos– no se enteran», añade.

«Como el colegio empezó el día 10 de septiembre, pues que vaya el monitor en octubre o noviembre y así dejamos de pagar estos días que llevamos de colegio», ironiza este padre. «Esto es tercermundista, que se entere todo el mundo. Unos políticos que aquí en Andalucía, en Sevilla, tienen por bandera y avalan el bienestar social. ¿Pero qué bienestar social? ¿Estos niños no tienen derecho a ir al colegio? ¿Qué hacemos, nos lo quedamos en casa, que no tengan educación?, ¿apartados?, ¿apestados? ¡Ya está bien!», se desahoga.

Se repite en otras provincias

Además del aula específica, la dirección del centro ha solicitado la consejería un monitor para todo el colegio porque el número de menores con necesidades educativas –no solo el aula específica– se acerca a la cuarentena. Una de las madres, denuncia este padre en el vídeo, ha tenido que contratar a una persona para que vaya a cambiar los pañales al menor mientras está en el colegio. «Esto es muy fuerte. Me gustaría hacer un llamamiento a las AMPA porque está visto y comprobado que o nos movemos los padres, que sólo nos dan largas, o nadie hace nada». Esta situación del colegio de Los Palacios no es puntual, padres de otros centros de Málaga y Cádiz han contactado entre sí para denunciar una problemática similar. «Es deprimente y bochornoso», insiste. Los padres llaman a la movilización ante una «tremenda injusticia». «Uno no se lo imagina lo que supone hasta que te toca de cerca», concluye.