Política

Díaz se repliega e intenta frenar al «sanchismo» con un congreso en julio

El sector del secretario general no descarta competir con la presidenta en las primarias regionales si no «se liman diferencias». En el plano institucional, Ciudadanos amaga de nuevo con replantearse su apoyo al Gobierno autonómico

SUSANA DÍAZ, en la sede socialista de Madrid, tras conocer que había perdido las primarias
SUSANA DÍAZ, en la sede socialista de Madrid, tras conocer que había perdido las primariaslarazon

El sector del secretario general no descarta competir con la presidenta en las primarias regionales si no «se liman diferencias»

En el plano institucional, Ciudadanos amaga de nuevo con replantearse su apoyo al Gobierno autonómico

Un «erróneo» manejo de los tiempos. Es casi la única autocrítica que el entorno de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, reconocía sobre el proceso de primarias antes de que la noche con tintes épicos del pasado domingo la militancia se impusiera al «establishment» del PSOE y volviera a otorgarle su confianza a un renacido Pedro Sánchez. Y ya ayer demostraron que no volverán a cometer el mismo fallo. La idea de fondo es lograr, por la vía de un intentado disimulo, acortar el periodo de reacción del rival, los afines al nuevo líder, en Andalucía, territorio al que Díaz se ha replegado, tras su dura derrota nacional en la que anidaron restos de algún jarrón chino quebrado.

El secretario de Organización de los socialistas andaluces, Juan Cornejo, avanzó ya por la mañana que su partido convocará elecciones primarias a la Secretaría General autonómica a partir del 19 de junio, a las que dio por hecho que se presentará la presidenta del Gobierno regional y actual máxima dirigente de la formación. Para empezar, hoy se reunirá la Comisión Ejecutiva autonómica que será la que proponga al Comité Director, el máximo órgano entre congresos y el que tiene la última palabra, tanto esa nueva cita con las urnas, como la celebración del congreso regional, fijado de inicio para el último fin de semana de julio, los días 29 y 30. De momento, la propia Díaz abordó por la tarde ese calendario con los ocho secretarios provinciales.

Cornejo negó que el proceso regional se haya acelerado, pero se había barajado la posibilidad de que la cumbre andaluza tuviera lugar en septiembre, a la vuelta del verano, aunque a la espera de lo que sucediera en las primarias federales que finalmente arrojaron un nítido resultado a favor de Sánchez –quien se hizo con más de la mitad de los votos–. Si los leales a Díaz se mostraron convencidos de que ésta «se hará fuerte» en la comunidad, en el sector que apoya a Sánchez no descartan que haya un candidato de entre los suyos dispuesto a dar la batalla contra la presidenta si no «se liman diferencias», según explicaron fuentes de esa corriente a LA RAZÓN. De hecho, el alcalde del municipio sevillano de Dos Hermanas, Francisco Toscano, le aseguró a Ep que así será si «no es posible un entendimiento» entre ambas alas del partido, aunque matizó que lo «razonable y sensato» es darse «un plazo para que las cicatrices que se han producido puedan empezar a cerrarse». Otras fuentes próximas al secretario general del PSOE sostuvieron que «lo primero» debe ser ahora el Congreso Federal que tendrá lugar en junio y al que acudirán 255 delegados andaluces –lo que supone más de una cuarta parte del total–, por lo que, dijeron, «no pensar más allá». Quieren reposar la gesta vivida y la celebración de la victoria en la que no faltaron «las sevillanas». Todos rehusaron por tanto poner nombre y apellidos al futurible nuevo adversario de Susana Díaz. El cimbreo del viaje a Madrid de ida y vuelta de la socialista, tras constatarse que su propuesta no era la triunfadora pese a «gustarle ganar», se ha dejado notar no sólo a nivel orgánico, también lo ha hecho en el plano institucional, en el que se produjo otro amago de movimiento de los socios de legislatura de los socialistas: Ciudadanos (Cs). El presidente y portavoz de la formación naranja en el Parlamento autonómico, Juan Marín, aprovechó la coyuntura para advertir al PSOE-A de que su partido se replanteará el respaldo que da al Ejecutivo andaluz si éste no mete «la sexta marcha» para que se cumpla lo puesto negro sobre blanco en el acuerdo que rubricaron ambas fuerzas políticas para desbloquear la investidura de la presidenta de la Junta en 2015, a raíz del cual parecen necesitarse como el sol y su luz.

De acuerdo a lo anunciado por Marín esta vez, Cs solicitará formalmente a los socialistas una reunión extraordinaria de la comisión de seguimiento de ese pacto, a desarrollarse en la primera quincena del mes de junio y a la que asistirá el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas. Igual que Cornejo rechazó que se haya inyectado celeridad a la convocatoria de las primarias autonómicas, el portavoz regional de Ciudadanos desvinculó su petición del escenario que las bases han dibujado para el PSOE y rechazó que sea un gesto oportunista. La ligó al ecuador de la presente legislatura –Díaz logró revalidar la Presidencia de la Junta en junio de 2015 tras semanas de bloqueo que recuerda a menudo– en el que toca hacer balance y, según aseveró, tenían contemplado demandarla incluso antes de que los socialistas votaran.

A juicio de Marín, el encuentro que demandan será una «gran oportunidad» para que la jefa del Gobierno andaluz demuestre si tiene intención de solucionar los problemas que afectan a los ciudadanos, ahora que se ha quedado sin «excusas». Expuso también que sólo el PSOE establecerá «líneas rojas» en el caso de que «no cumpla» lo acordado e insistió en que si no se da «una vuelta de tuerca» a las medidas pendientes, Cs revisará su papel. «Si no hay un acuerdo de mínimos tampoco lo habrá de máximos», disparó sin balas para rematar con que, de ser así, «que Susana Díaz decida dónde va a recabar apoyos» para seguir a las riendas de San Telmo.

El PP-A, por su parte, fue más allá: defendió que, en las actuales coordenadas, a la máxima dirigente del PSOE-A sólo le queda «marcharse y proponer hasta las próximas elecciones autonómicas a alguien que la sustituya en la ilusión y compromiso por Andalucía que ella ha demostrado no tener». Así lo verbalizó el vicesecretario de Organización y Formación del partido, Toni Martín, a quien luego se sumó su presidente, Juanma Moreno. Éste mantuvo a su llegada a la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP en Madrid, que Díaz se ha dejado en el intento fallido de hacerse con la Secretaría General de su partido la «vitola de vencedora y triunfadora que ella tenía». Moreno aventuró que ahora intentará «enrocarse», pero «no lo va a tener fácil», avisó, porque Sánchez «ha demostrado tener un número importante de seguidores». De acuerdo al escrutinio de los sufragios, más del 30 por ciento.

La efervescencia de reacciones alcanzó a Podemos. Su secretario de Comunicación en la comunidad, Pablo Pérez, puso el foco en que las iniciativas de la presidenta autonómica pintaban una Andalucía que «no es más que un souvenir para los asiáticos» o más que «un territorio» en el que se ofrezcan «préstamos para los estudiantes universitarios». Desde ahí, dejó clara la voluntad de la formación morada de construir una alternativa de gobierno en la región que sea un «muro de contención» a las «políticas del PP» que, a su parecer, se asemejan a las que intenta imponer Díaz.

Afilado se mostró por último el coordinador general de IULV-CA, Antonio Maíllo al apuntar al «deterioro» del Gobierno regional, con una presidenta al frente «profundamente debilitada a la que no quieren ni los suyos» y a quien instó a reflexionar sobre si «tras esta situación y tras haber usado a Andalucía, tiene autoridad moral para seguir gobernando».