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Jaén

El «brazo ejecutor» de Zarrías recibió 450.000 euros de Empleo para su empresa

El «brazo ejecutor» de Zarrías recibió 450.000 euros de Empleo para su empresa
El «brazo ejecutor» de Zarrías recibió 450.000 euros de Empleo para su empresalarazon

SEVILLA-El PP definió la semana pasada a Francisco García Martínez como «el brazo ejecutor de Zarrías en Jaén durante muchos años». Ex secretario general de Empleo de la Consejería entre 2000 y 2003, el mediador José González Mata declaró ante la juez Mercedes Alaya que negoció con él el ERE de Santana. Desde ese día, el nombre de «Paquillo» –como se le conoce– se ha unido al de otros actores de la «trama de los ERE».

Los populares ofrecieron ayer nuevos datos sobre la vinculación de Francisco García con la partida 31.L. En esta ocasión, a través de la empresa Faescom 92, sociedad beneficiaria de una ayuda de 450.000 euros y de la que, según información del registro mercantil, es su administrador único. Radicada en Jaén, mediante una resolución de 6 de agosto de 2009, el entonces director general de Trabajo y Seguridad Social Juan Márquez Contreras, concedió una ayuda para los 94 trabajadores de Faescom. El primer pago de 337.500 por el 75 por ciento de la subvención se hizo efectivo el 5 de octubre de ese año, mientras que el 25 por ciento restante, 112.500 euros, se cobró el 1 de julio de 2010.

Toda esta inyección de dinero público no sirvió de mucho, pues la empresa, como otras del parque de proveedores de Santana Motor, presentó un ERE extintivo. Sus empleados acabaron haciendo cursos de reciclaje pagados por la Junta de Andalucía.

No era la única ayuda del «fondo de reptiles» que canalizó «Paquillo». El Ayuntamiento de Guarromán, del que fue alcalde y concejal en diversas etapas, consiguió una ayuda de 440.000 euros del fondo de los ERE –pese a que el dinero no iba destinado a los consistorios– para un proyecto de «acondicionamiento y modernización de los antiguos invernaderos para el mantenimiento de la actividad y del empleo agrícola local». El convenio se firmó en noviembre de 2008 y parte de ese dinero se decidió –según el expediente de revisión de la ayuda iniciada por el Consejo Consultivo a petición de la Administración autonómica– al reintegro de dos subvenciones concedidas a dos cooperativas de la zona, dinero que venía a su vez de ayudas anteriores de la Junta de Andalucía. El resto, 332.000 euros «no se justificó», según consta en el expediente.

El secretario general del PP-A, José Luis Sanz, criticó ayer que en apenas un año, García Martínez «movió un millón de euros» del «fondo de reptiles». Cinco años antes, había sido alto cargo de la Consejería de Empleo –abandonó el puesto en 2003 – y la tramitación de las ayudas seguía sin ser pública. Ninguna de las dos cosas fue impedimento para obtener los fondos del Presupuesto autonómico.

Para el PP está más claro: «El reparto de sobres se diseñaba en San Telmo»

R. A./ SEVILLA-

José Luis Sanz preguntó ayer públicamente al presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, si, «además de sobres en los alrededores de los bares del Parlamento o en los alrededores de los bares de la Consejería de Empleo, se han repartido sobres en los bares de alrededor de la calle San Vicente –donde está ubicada la sede del PSOE-A– o en los alrededores de la Consejería de Presidencia de la Junta», es decir, en el Palacio de San Telmo. Para el secretario general de los populares, «cada día hay una cosa más clara» al respecto de la «trama de los ERE» y es que, en su opinión, «la operación del reparto de sobres se diseñaba en los despachos del Palacio de San Telmo». El «número dos» del PP-A apuntó que le cuesta «mucho trabajo pensar que se podía mantener en el PSOE-A y en la Junta y en el entorno de la Consejería de Empleo y la Consejería de Presidencia una operación de ese tipo sin que lo supieran los consejeros de Empleo, de Economía y Hacienda que firmaban, o la viceconsejera, o el propio consejero de la Presidencia», dijo. Por otra parte, el consejero de Justicia e Interior, Emilio de Llera, insistió ayer en que es «una guerra perdida» tratar de «incriminar» a Griñán en el caso.