Epílogo gris para una Semana Santa llena de contrastes

El mal tiempo, nuevamente, ha sido el invitado que nadie quería que apareciera durante las procesiones

El mal tiempo, nuevamente, ha sido el invitado que nadie quería que apareciera en Semana Santa. La alegría por la salida de las cofradías y la tristeza por las suspensiones de las estaciones de penitencia recorrieron Andalucía, dos sensaciones que afloraban dependiendo de la ciudad y provincia que se tratara. En Sevilla, tras una Madrugada plena de procesiones y sin ningún incidente reseñable, la ciudad vivió un Viernes Santo nefasto. Ninguna cofradía salió a la calle debido a la lluvia que cayó durante la jornada. Un total de siete hermandades se quedaron en sus templos, algunas tan populares como el Cachorro o la O. El Sábado Santo amaneció también incierto en lo meteorológico, con nubes que presagiaban agua. Sin embargo, las cofradías pudieron completar sus estaciones de penitencia sin ningún sobresalto. Se registró, eso sí, mucho más público que otros años debido a la jornada anterior despoblada de pasos y nazarenos. En Málaga, por el contrario, el Viernes Santo resultó brillante, con la sobriedad y el recogimiento habitual, poniendo fin así a los desfiles procesionales a falta de la salida el domingo del Resucitado, que procesionará en su nuevo trono. Abrió la jornada en el nuevo recorrido oficial –que tanta polémica ha generado– la hermandad del Monte Calvario. Espectaculares fueron los tronos del Descendimiento y del Santo Traslado. El Sepulcro y los Servitas pusieron el broche a un día en el que los malagueños vibraron con las últimas procesiones. En Huelva también se pudo vivir un Viernes Santo pleno. Procesionaron la Virgen de la Soledad, de la hermandad del Silencio, el Descendimiento o el Santo Entierro, en ambiente de recogimiento y respeto. En Granada se repitió el rito de las tres oraciones al Cristo de los Favores. Miles de fieles se congregaron en el Campo del Príncipe del histórico Realejo para rendir pleitesía al conocido como Señor de Granada, a pesar del mal tiempo que reinó durante la jornada.