Junta de Andalucía

La Junta insiste en la rehabilitación para crear empleo tras varios intentos fallidos

El nuevo Plan de Vivienda 2016-2020, con 730 millones y la aspiración de generar 40.000 contratos estables, sigue los pasos del Plan de Economía Sostenible, que no ha tenido el resultado esperado

La construcción de vivienda pasa a un segundo plano en el nuevo plan que abarca hasta 2020
La construcción de vivienda pasa a un segundo plano en el nuevo plan que abarca hasta 2020larazon

El nuevo Plan de Vivienda 2016-2020, con 730 millones y la aspiración de generar 40.000 contratos estables, sigue los pasos del Plan de Economía Sostenible, que no ha tenido el resultado esperado.

El Consejo de Gobierno de ayer, el último antes de cogerse unas vacaciones que durarán hasta el próximo día 23, dio luz verde al Plan de Vivienda y Rehabilitación 2016-2020. El plan llega tarde. El consejero del ramo, Felipe López, y la presidenta de la Junta, Susana Díaz, avanzaron en varias ocasiones su aprobación para el pasado mes de marzo, pero ciertamente la dilación es mayor teniendo en cuenta que el plan anterior expiró en 2012 y no es hasta ahora cuando se le da continuidad. Uno de los motivos del retraso ha sido el cambio de manos de la Consejería de Vivienda, con IU al frente en la pasada legislatura y que esbozó una serie de ejes que ahora continúa el departamento comandado por López pero con retoques sustanciales.

Hay un pilar principal que no varía y es la rehabilitación como núcleo inversor del plan y motor principal para la creación de empleo. Las palabras que pronunció ayer el titular de Fomento y Vivienda son prácticamente las mismas que pronunciaba Elena Cortés en la IX legislatura. «El cambio de modelo de la especulación hacia la rehabilitación es una decisión estratégica, firme y sin marcha atrás», decía la dirigente de IU en febrero del año 2014.

Sin embargo, las cifras del plan han menguado. IU prometió la creación de 106.000 puestos de trabajo. El consejero de Fomento y Vivienda habló ayer de en torno a 40.000. El cálculo que hizo se basa en que cada millón de euros invertido –contabilizando la inversión privada– arrastra 30 empleos estables.

El presupuesto global ronda los 730 millones de euros. La mayor parte la aporta la Junta, con 385 millones de euros, más 100 millones –20 al año– que movilizará la Agencia de la Vivienda y Rehabilitación de Andalucía, que gestiona una importante bolsa de suelo y de viviendas construidas. La previsión de aportación del Gobierno central es sustancial. Hay que añadir 59,2 millones del Plan Estatal de Fomento del Alquiler de Viviendas y Rehabilitación correspondientes a 2016, y 183,57 millones de un nuevo plan del Estado –que aún no ha sido aprobado– por el que la Junta prevé ingresar 183,57 millones, a razón de casi 46 millones de euros anuales en el marco 2017-2020. Esta financiación, por tanto, no está oficialmente comprometida pero la Junta ya cuenta con ella y apunta con abrir un frente de confrontación si no se sustancia. «Esperamos que el Gobierno haga su aportación», deslizó el consejero después de que el portavoz del Ejecutivo autonómico, Miguel Ángel Vázquez, en la evaluación de los buenos datos del paro de julio, pidiera también a Rajoy que «arrime el hombro» con Andalucía y que no «maltrate» a la comunidad en materia de empleo.

La Junta de Andalucía basa su apuesta por el alquiler y la rehabilitación en varios indicadores. No obstante, el consejero aclaró que también hay líneas para la construcción de inmuebles, pero que son secundarias. Según López, la demanda de los ciudadanos ha virado. Actualmente el 74 por ciento de las demandas en los registros municipales son de alquiler o alquiler con opción a compra. Por otra parte, Andalucía tiene una necesidad de actualizar su parque inmobiliario, toda vez que el 40 por ciento de las existentes son anteriores a los años 80. El 10,4 por ciento de las viviendas con cuatro o más plantas no tiene ascensor y la rehabilitación está cobrando peso en toda Europa. En Andalucía ha pasado del 23 por ciento de 2007 al 28 por ciento en 2009. En países como Alemania supera ya el 50 por ciento.

Otra cosa distinta es la generación real de empleo que tenga el plan y si cumple las expectativas. No hay que perder de vista que desde el prisma inversor se trata probablemente del programa estrella de esta legislatura para activar el mercado laboral. Los precedentes, no obstante, no son los mejores. El Programa de Impulso a la Economía Sostenible, que reeditó la Junta en enero del año pasado, ya se centraba en la instalación de toldos, de nuevos equipos de energía y la renovación de ventanas eficientes. 71.000 de éstas últimas contabiliza la Junta que se han instalado. De lo que no se ha hecho balance es de la creación real de empleo.

Tampoco son nuevas las ayudas a la instalación de ascensores. De hecho, el propósito de la Junta es dar prioridad a los que se quedaron fuera en anteriores convocatorias y que tenían convenio firmado, ya que las subvenciones se quedaron por debajo de las expectativas. Y tampoco son nuevas las ayudas al alquiler, que en algunos casos han acumulado hasta un año de retraso.

Impedir los desahucios es uno de los tres ejes principales del Plan señalados por el Ejecutivo andaluz. La Junta incide en que el número de lanzamientos es inferior a la media nacional –3,6 por cada mil habitantes frente a 4,4–; y en la puesta en marcha de iniciativas como el anteproyecto de Ley de Tanteo y Retracto, actualmente en tramitación, que permitirá ejercer al Gobierno andaluz el derecho de compra preferente de viviendas afectadas por ejecuciones hipotecarias.

El PP recela del plan teniendo en cuenta los precedentes

La vicesecretaria de Organización del PP andaluz, Patricia Navarro, espera que el Plan de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía 2016-2020 «sirva para algo más» que el primer plan 2008-2012, porque el mismo ha tenido –dijo– «un impacto cero sobre la vivienda, el freno a los desahucios y la reactivación de un sector económico estratégico para Andalucía como es el de la construcción». Así lo advirtió la popular en una rueda de prensa en Córdoba, acompañada del presidente del PP provincial, José Antonio Nieto, al tiempo que lamentó que han pasado «cuatro años desde que terminó la vigencia del anterior sin nada», de manera que espera que éste «sirva para algo». Y es que, según apuntó, «el sector de la construcción lo dejó caer el Gobierno andaluz y en su momento el socio de gobierno, IU», de tal modo que «le dieron la espalda de forma literal», y, por tanto, dijo confiar en que con este plan «se pueda conseguir reactivarlo, moverlo y tenga el efecto esperado sobre la recuperación».