Málaga, a la caza del turista alemán en la ITB de Berlín

La empresa Turismo Costa del Sol dependiente de la Diputación Provincial de Málaga acude la semana próxima a la Bolsa Internacional de Turismo ITB en Berlín, una de las más prestigiosas citas del sector a nivel mundial con el objetivo de «mostrar lo mucho que puede ofrecer el destino» al segundo mercado internacional más importante para una provincia en la que generó en 2016 un impacto económico cercano a los 1.000 millones de euros. El presidente de Turismo Costa del Sol, Elías Bendodo, subrayó ayer al respecto que Málaga «es la segunda provincia peninsular en atracción de turistas del mercado alemán», con un total que supera los 314.000 viajeros.

No en vano, la llegada de viajeros desde Alemania se incrementó un 4,3 por ciento en 2016, lo que significa cerca de 275.000 personas más que en 2015. Por su parte, las pernoctaciones se incrementaron aún más, un 6,5 por ciento, superándose las 101.800 noches de hotel.

A esto se suma el crecimiento de turistas alemanes en apartamentos, que casi alcanza la cifra de 40.000. Supone un 22,6 por ciento más con respecto a 2015. Estos buenos indicadores se ponen de relieve, según Bendodo, en las llegadas al aeropuerto de Málaga-Costa del Sol: «más de 721.000 pasajeros procedentes de Alemania han llegado a la provincia de Málaga, lo que supone un 11,3 por ciento más que en 2015».

El director de la Oficina Española de Turismo (OET) en Múnich y suplente de la OET de Berlín, Álvaro Blanco, destacó ayer el aumento de reservas del 1,8 por ciento del mercado alemán en el conjunto de España, que en la Costa del Sol se eleva al 2,6 por ciento, previsto para este ejercicio, según los datos cerrados a finales de enero. Blanco defendió la necesidad de tener en cuanta «otros países competidores que están recuperándose, como Egipto, que vuelve a aumentar sus reservas; Túnez, que también crece; Italia; Grecia, el que más se incrementa y que más daño puede hacer a España; Chipre y Malta».

No obstante, advirtió de que un 38 por ciento de los alemanes condiciona su decisión de viaje en función de la situación de seguridad en los países a los que tradicionalmente iban y, un 15 por ciento, «están renunciando a viajar a su país favorito».