La vorágine judicial en la que pésimas gestiones políticas introdujeron en tiempos pasados a la tristemente famosa Mercasevilla ha terminado por estrangular del todo el futuro de la sociedad, abocada hoy a un concurso de acreedores después de que la junta de accionistas rechazara la ampliación de capital planeada para cubrir una sentencia desfavorable de más de 11 millones de euros por un incumplimiento de contrato de 2005. De la constructora Sando, demandante y principal acreedora, depende ahora la lonja hispalense.

La presidenta de la empresa, la concejala Carmen Castreño, defendió que la solicitud del concurso era «la única alternativa posible» después de que Mercasa, dependiente del Gobierno central, votase en contra de la ampliación de capital de 5,4 millones para garantizar su equilibrio financiero. El Ayuntamiento se había comprometido a aportar el 51% de la misma (incluso se realizó una modificación presupuestaria). Pese al «cambio de ruta», Castreño hizo un llamamiento a la calma, al entender que existe tesorería suficiente para mantener la plantilla y los compromisos con proveedores.

«A partir de ahora se tratará de negociar de nuevo con Sando y ver si la voluntad de Mercasa es continuar en la sociedad», explicó Castreño, dando por hecho que el Ayuntamiento pretende mantener su mercado de mayoristas.

Las cuentas de 2015 se saldaron con 5,7 millones de déficit, después de que 2014 se saldase con 17.456 euros de superávit. En ellas se incluyen 5,9 millones aprovisionados para hacer frente a la sentencia.

La noticia generó enorme incertidumbre en los cuatro grupos de la oposición. Juan Ignacio Zoido aseguró que el PP estará «al lado» del alcalde «para defender Mercasevilla», sin olvidar en el partido que «la única solución viable», el concurso, es producto de una «pésima gestión» del PSOE. Bajo el mandato popular se creó un plan de viabilidad que ha resultado insuficiente. Esta «preocupación» fue compartida por C’s. Javier Millán recordó que la sociedad ha sufrido un «expolio» y la «irresponsabilidad política» hasta convertirse en un «pozo sin fondo». Participa e Izquierda Unida temen que éste sea un primer paso para el «desmantelamiento» y la «privatización» de la sociedad, lo que conllevaría «consecuencias nefastas» para los trabajadores y para la prestación del servicio a la ciudadanía. Daniel González Rojas (IU) aboga por «reconstruir» un lonja «cien por cien pública», mientras que Julián Moreno (PS) augura un «descalabro» si Mercasevilla se disuelve y el mercado central cae «en manos privadas».

Zoido renuncia a recurrir el presupuesto

Juan Espadas vio aprobado de forma definitiva el presupuesto de 2016 con el apoyo de C’s e IU, pero con la amenaza de los tribunales por la impugnación de Participa al no llegarse a debatir sus propuestas y las del PP. Zoido renunció a recurrir «para no perjudicar a los sevillanos» y Participa pidió una rectificación que no llegó. El alcalde recordó a los podemitas que «con tres concejales no se puede imponer» todo.