Sevilla

Pastrana abandona la secretaría de una UGT asediada por los escándalos

Anuncia «un paso atrás» con el «caso ERE» y una denuncia de sus trabajadores en curso

Manuel Pastrana, líder de UGT desde 1998
Manuel Pastrana, líder de UGT desde 1998larazon

«He decidido no optar de nuevo a la reelección como secretario general en el próximo congreso. Considero que desde mi compromiso con los trabajadores y con el sindicato, es el momento de promover un cambio, no sólo en el equipo de dirección del sindicato, sino en sus objetivos inmediatos, sus estrategias, su acción sindical, en sus procedimientos de gestión interna y en sus relaciones con la sociedad». En estos términos se despidió de los afiliados de UGT Manuel Pastrana en su blog, tras anunciar en rueda de prensa que da «un paso atrás para posibilitar los cambios» después de 15 años en el cargo.

Metamorfosis relativa. Se va Pastrana y se marcha Dionisio Valverde –«Vine con Manolo y me voy con Manolo», dijo–, secretario de Relaciones Institucionales y Laborales. Salvo sorpresa, le sucederá su número dos, Francisco Fernández. La decisión de los secretarios provinciales y sectoriales, se anunciará oficialmente el jueves con un «muy alto nivel de consenso» y, espera, parte de la actual dirección; a falta de que haya alguna candidatura crítica para el congreso. De entrada, el ex secretario de Formación durante tres mandatos Germán Domínguez ha anunciado que está promoviendo la formación de una candidatura alternativa para «lograr la total regeneración del sindicato».

Frentes abiertos

Quien lidere la plataforma sindical tendrá que sostener el paraguas en un momento de grave crisis social y de imagen de los sindicatos, en general y UGT, en particular. Los frentes abiertos son múltiples: las presuntas sobrecomisiones señaladas por la juez Alaya en los autos de la Instrucción del «caso de los ERE», el papel protagonista desempeñado en la trama por el mediador Juan Lanzas, afiliado a UGT hasta 2003; el propio expediente de regulación de empleo en el sindicato, que afecta a 159 trabajadores y cuya denuncia en los juzgados está desvelando gastos del comité de dirección en congresos de Sudáfrica –como el de 800 euros en una cena para 24 personas y el AVE de vuelta para los seis representantes del sindicato que asistieron, explicó Pastrana–; o la opacidad en una ayuda de más de 1,9 millones por parte de la Junta, según el informe de la Cámara de Cuentas de 2009 sin que el SAE entregara el expediente al órgano fiscalizador.

El todavía secretario general de UGT-A defendió que «las cuentas están a disposición» de quien las requiera y que están sujetas a varias «auditorías externas». Pastrana negó que Alaya le haya llamado a declarar; que los miembros de la comisión ejecutiva dispongan de Visa Oro, «salvo el secretario general y el de Administración»; que dicha comisión «no cobra del sindicato» a excepción de «los gastos» de viajes, comida y alojamiento. En su caso concreto, indicó, vivienda en Sevilla (haciendo el sindicato de «casero» y costeando los arreglos), vehículo y chófer, debido a la discapacidad que sufre. El sindicalista aseguró que UGT posee cuatro viviendas en propiedad y otra en alquiler en Sevilla.

Pastrana destacó en su adiós, de cara al congreso que se celebrará del 9 al 11 de mayo bajo el lema «El sindicato, ahora más que nunca», que «la UGT Andalucía de hoy poco tiene que ver con el sindicato de 1998 cuando fui elegido por primera vez». Pastrana aseguró dejar la secretaría de UGT como «la mayor organización sindical y social de nuestra comunidad». «UGT-A en estos años ha duplicado su afiliación, ahora somos más de 200.000, de los cuales un tercio son menores de 30 años y el 40% mujeres», indicó, añadiendo que «somos casi 20.000 delegados sindicales en las empresas» y «la UGT tienen más del 40% de la representación sindical en nuestra comunidad».

«Me habría ido hace 4 años»

La decisión, según indicó Pastrana, viene de atrás; independientemente de la recién aprobada medida de la plataforma sindical de limitar el cargo a tres mandatos. «Soy un defensor de esta medida; si por mí fuera, no habría sido (secretario general) estos cuatro años», manifestó Pastrana. «Hace ocho años preparaba la sustitución, pero hace cuatro, en los momentos de buscar consenso, por motivos de salud fue imposible», aseguró. En aquella ocasión, mayo de 2009, UGT llegó, incluso, a aplazar el congreso para que Pastrana se pudiera presentar a la reelección. De «la UCI, salí tocado», admitió. Pero «en el sindicato, gran parte pensó que era una falta de ética buscar un sustituto» en aquellas circunstancias. «La mejor opción fue pedirme que siguiera. He intentado no fallar, pero la salud no me lo pone fácil. He hecho cuanto he podido y sabido», declaró, llevando «la discapacidad de la mejor manera posible».

Pastrana se va con «un sentimiento extraño» tras «15 años de dedicación en cuerpo y alma». Los afiliados se han duplicado y la representatividad ha aumentado, pero «la puñetera crisis desfigura todo». «No tener capacidad para que no roben los convenios a partir del 7 de julio (con la reforma laboral), me tiene en vilo». Concluyó: «Hay gente pasándolo mal y eso no me deja tranquilo».