Literatura

Danza

Tres ejercicios catárquicos

Un paseo por la Feria del Libro Antiguo de Sevilla, el asombro de «Aguri» en el Teatro Central y los nuevos paisajes en la Fundación Valentín de Madariaga son opciones perfectas para vivir la cultura

EL COREÓGRAFO Oliver Dubois presenta por primera vez en España su obra «Aguri», un montaje escénico en el que participan 22 bailarines
EL COREÓGRAFO Oliver Dubois presenta por primera vez en España su obra «Aguri», un montaje escénico en el que participan 22 bailarineslarazon

Un paseo por la Feria del Libro Antiguo de Sevilla, el asombro de «Aguri» en el Teatro Central y los nuevos paisajes en la Fundación Valentín de Madariaga son opciones perfectas para vivir la cultura

xisten pocos objetos capaces de soportar una exigencia de versatilidad y resistencia tan alta como ellos. No se apagan cuando les falta la corriente o la batería, funcionan sin gasto alguno una vez comprados, se pueden usar en distintas posiciones, si se caen al suelo es muy difícil que se rompan, permiten el intercambio y nunca son los mismos para quienes los usan. Disfrutan de muchas más prestaciones que mayormente dependen de cada hijo de vecino, pero la realidad es que siempre sorprenden. Inagotables, los libros (hablamos naturalmente de ellos) son seguramente una de las grandes invenciones de la humanidad, a la altura de la cama y la mesa. Más que hablar o escribir sobre ellos, lo mejor es abrirlos y leerlos. Nadie sabe lo que esconden ni tampoco dónde pueden llevar al lector. Por eso, la 40 edición de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Sevilla aparece como un oasis cultural esperado a mediados del mes de noviembre. Un plan perfecto para este fin de semana puede ser acercarse hasta el centro de la capital andaluza y perderse por los puestos que las 21 librerías participantes han instalado en la plaza Nueva. Primeras ediciones, libros de bolsillo, títulos que se creían perdidos, grabados, manuscritos o viejas colecciones. El paraíso para los que adoran frenar el tiempo al perderse entre las páginas que quizás alguna vez emocionaron antes a otro ser humano.

De emociones, muy profundas, nos habla «Aguri», que mañana y pasado presentan en el Teatro Central el Ballet du Nord y el Centre Choregraphique National Roubaix Hauts-de-France Nord-pas de Calais Picardie. Se trata de una nueva experiencia que el coreógrafo Oliver Dubois exhibe por primera vez en España, después de asombrar hasta las lágrimas al público y a la crítica de la Bienal de Danza de Lyon. Con la colaboración del Mercat de les Flors, su apuesta va mucho más allá de los convencionalismos a los que nos tiene acostumbrados, puesto que se trata de un montaje integrado por 22 bailarines que durante 60 minutos no dejan de interpretar una coreografía insólita y apabullante. Se trata de un derroche físico que ha requerido la participación de un preparador especial que ha ayudado a los intérpretes a afrontar este reto. Carreras zigzagueantes, encontronazos, frenazos, a veces no se sabe a dónde van y en otras se suben hasta lo más alto. Todos son los eslabones de una gran cadena que se mueve bajo la hipnótica música de François Caffenne, quien vuelve a poner su paisaje sonoro a una pieza de Dubois. Como si fueran derviches, buscan la catarsis mediante una sucesión de secuencias encabalgadas que llegan hasta el espectador como descargas, truenos y tsunamis de energía que inundan las butacas. Danzan y corren, pero no por algo en concreto, ¿por qué lo hacen? La pregunta, frente a sus imágenes y nuestra existencia, puede ser más intrigante aún que la propia coreografía.

Para seguir bailando, el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga muestra el vídeo de Douglas Gordon, Jonathan Monk y Dave Allen, titulado «Dance Practice» (1995). El Espacio 5 del centro acoge esta obra que puede visionarse hasta el 8 de enero de 2018. El vídeo que mezcla música y baile tiene 20 minutos de duración, quiere resaltar la importancia de la unión en los años 60 del rock y el arte contemporáneo. Como si de un bucle se tratase, o un ensayo de una banda, la canción «I wanna be your dog», de The Stooges, es tocada en un solo de guitarra una y otra vez sin llegar a oír la letra de la canción. El vídeo se centra en los juegos que la memoria puede crear para reconstruir una realidad. Teniendo en cuenta que el pasado ya se ha ido, Gordon replantea desde la instalación y el vídeo el ámbito de las relaciones humanos mediante repeticiones, pausas, elipsis y rupturas del ritmo, que capitalizan en gran medida el discurso sesgado de las sociedades contemporáneas. Desde hace más de 20 años, este artista nacido en Glasgow está considerado como uno de los principales exponentes de la vídeo creación contemporánea. Su óptica se basa en estructuras binarias sobre las que refuerza el juego bien-mal, muerte-vida, verdad-mentira o ficción-realidad.

Finalizamos con la interesante propuesta que presenta la Fundación Valentín de Madariaga. «La creación del paisaje contemporáneo», muestra integrada por fondos de la Colección de fotografía de Alcobendas y de la Colección DKV, rescata la construcción de una nueva realidad surgida de la mano del hombre. La separación campo/ciudad ya ha quedado difusa, pues entre ambas realidades se alzan salpicadas nuevas estructuras urbanas a medio camino entre uno y otro ámbito. Un universo ininterrumpido donde ya no existe el espacio para la soledad conceptual gracias a la aparición de elementos de transición artificiales. Este mundo marca el discurso de la exposición pero también sirve para reflejar la reflexión que se hacen los fotógrafos españoles en términos de cultura y naturaleza. Una dualidad rota por la mano del hombre, que han retratado profesionales como Luis Vioque, Carlos Cánovas, Bleda y Rosa, Manuel Laguillo y Juan de Sande, junto a fotógrafos de una generación posterior que han dado ya abundantes muestras de su maestría: Rosell Meseguer, Sergio Belinchón o Eduardo Nave, entre otros.