Huelgas

Mateos considera que los estudiantes huelguistas se perjudican a sí mismos

Sólo un 11% de los alumnos secundan la segunda jornada de paro en las aulas

El consejero de Educación, Juan José Mateos y la presidenta de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, Isabel de Andrés
El consejero de Educación, Juan José Mateos y la presidenta de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, Isabel de Andréslarazon

Un total de 33.103 alumnos, que supone un 11 por ciento del total de los estudiantes escolares en la Comunidad, secundó la segunda jornada de paro en las aulas castellano y leonesas en contra de los recortes y las reformas educativas. En este sentido, Juan José Mateos mostró su absoluto «respeto» por los estudiantes que decidieron no acudir a clase aunque consideró que «se equivocan» al «perder horas de formación» que van en su contra; al protestar por una ley que se encuentra en proceso y que tiene que recibir la luz verde de las Cortes y que, finalmente habrá diferencias entre Comunidades a la hora de aplicarla, pero que Castilla y León lo hará bien.

«Con alguna Ley que tenía mucho defectos, Castilla y León lo ha hecho bien, así que no dudo que con otra que mejora la anterior lo haremos mejor».

Las ausencias más numerosas se produjeron en Bachillerato, donde el paro tuvo una incidencia del 40,8 por ciento y en los ciclos formativos con un 34,8 por ciento. Entre los alumnos de ESO el paro fue seguido por el 24,96 a los que hay que añadir 211 estudiantes de Regimen Especial y 17 alumnos de Educación Infantil. Unos datos que son bastante superiores a los de la primera jornada, cuando no asistieron a clase por motivo de huelga 10.848 estudiantes.

Concentración en Segovia

Coincidiendo con el día de huelga, alrededor de 200 estudiantes se concentraban en la plaza del Azoguejo de la capital segoviana para protestar contra los recortes del Ejecutivo central y la reforma de la Ley de Educación, que según los concentrados «hipotecan nuestro futuro». A los pies del Acueducto segoviano, los estudiantes criticaron los recortes de 3.000 millones de euros propuestos en Educación que no harán otra cosa, en palabras de los estudiantes, que favorecer unos «institutos que se están cayendo» y eliminar la «dignidad» del trabajo del profesorado.

Los estudiantes de la capital, que portaban emblemas como «estamos pre-parados» o «que los próximos parados sean diputados», se vieron respaldados por la presencia de alumnos de centros rurales que se desplazaron hasta el lugar de la convocatoria para criticar el posible cierre de centros rurales y las cnsecuencias que ello conllevaría a la hora de desplazarse. Además, se manifestó el descontento con la masificación en las aulas con el aumento de un diez por ciento en el ratio de los alumnos.