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«Cuando una persona tiene cáncer es ella misma la que se tiene que curar»

José Mª Raventós, especialista en cirugía endocrina y fundador de Quirúrgica, asegura que “el tratamiento ha de ser integral, no podemos dirigirnos únicamente al cáncer, hemos de dirigirnos a la persona. Además, es importante desestigmatizar la palabra cáncer”

José Mª Raventós, especialista en cirugía endocrina y fundador de Quirúrgica
José Mª Raventós, especialista en cirugía endocrina y fundador de Quirúrgicalarazon

José Mª Raventós, especialista en cirugía endocrina y fundador de Quirúrgica, asegura que “el tratamiento ha de ser integral, no podemos dirigirnos únicamente al cáncer, hemos de dirigirnos a la persona. Además, es importante desestigmatizar la palabra cáncer”.

En los últimos años se han producido muchos avances en el ámbito de la oncología los cuales han permitido mejorar la superviencia de los pacientes y reducir su sufrimiento, pero además se ha puesto sobre la mesa la importancia que tiene el estado anímico del paciente en la lucha contra la enfermedad, algo que hasta hace poco se había pasado por alto.

-Se habla mucho acerca de que el estado anímico de los pacientes es clave a la hora de combatir el cáncer. ¿Es eso así? ¿Sobre qué base científica se sustenta dicha afirmación?

-El cuerpo humano es una unidad y está todo interrelacionado. Por lo tanto, para una respuesta a una agresión como puede ser el cáncer, es muy importante la defensa del propio organismo. Es decir, cuando una persona tiene un cáncer es la misma persona la que se tiene que curar; nosotros, con medios externos, le ayudamos a curarse, pero al final las defensas de las personas son muy importantes y éstas actuarán de una manera más eficiente si el paciente está bien nutrido, si está en buena forma física, si emocionalmente está más relajado...La depresión no solamente hace que estemos tristes, sino también que nuestro sistema inmunitario responda peor y, por lo tanto, tenga menos capacidad de defensa.

-Sin embargo, no siempre es fácil mantener ese ánimo cuando frecuentemente asociamos cáncer a muerte y sufrimiento. ¿Cómo podemos romper con esa asociación? ¿Es necesario hacerlo para combatir la enfermedad con mayores garantías?

-Sí, sin duda. El tratamiento ha de ser integral, no podemos dirigirnos únicamente al cáncer, hemos de dirigirnos a la persona. Si una persona está deprimida, lo cual es normal, hemos de tratarla con cariño, apoyarla psicológicamente, si es necesario con tratamiento profesional. Es necesario que todo el entorno sea positivo. Además, es improtante desestignatizar la palabra cáncer. Es cierto que hace años, el cáncer significaba muerte porque no teníamos armas para luchar contra él. Hoy en día tenemos tratamientos muy eficaces; las tasas de curación están en el 80% y 90%, con lo cual no tiene lógica asociar el cáncer a sufrimiento y muerte.

-Así pues, ¿los familiares y el entorno del paciente pueden ser de gran ayuda en la lucha contra la enfermedad?

-Es muy importante que el paciente no se sienta solo, porque es más fácil que se deprima. Entonces, ahí tiene que haber una muy buena comunicación y complicidad. Hemos de hablar en plural: «nos vamos a curar» o «vamos a luchar». Y si hay una barrera entre medio que impide la buena comunicación entre el paciente y la familia, el paciente se aisla y es más fácil que se rinda y cuando uno se rinde, se rinde emocional y físicamente, las defensas bajan.

- En este sentido, en Quirúrgica han puesto en marcha un programa de acompañamiento emocional. ¿En qué consiste y cómo trabaja este programa?

-Este programa lo llevan enfermeras especializadas en el acompañamiento emocional, que trabajan bajo la supervisión de psicólogos.Trabajan intentando detectar a los pacientes que están especialmente angustiados por el cáncer, pero también por una intervención quirúrgica, y está demostrado que una persona que es intervenida quirúrgicamente cuando está relajada y con una visión positiva disminuimos el uso de analgésicos y otros fármacos, disminuimos la estancia media y las complicaciones. Este servicio lo ofrecemos a los pacientes que detectamos que están en una situación de angustia o estrés importante. Las enfermeras intentan tranquilizar al paciente, sobre todo a partir de la explicación e información del circuito que éste va a seguir y, durante todo este circuito el paciente es acompañado por la enfermera. El médico normalmente se focaliza más en la enfermedad y a veces detecta más la ansiedad del paciente la recepcionista que el propio médico, porque además el paciente no suele atreverse a demostrar sus miedos al doctor.

-¿Para trabajar el estado emocional del paciente es importante que éste conozca el estado de su enfermedad y su evolución?

-La información es muy importante, pero hay que darla con empatía. Normalmente el médico tiene que detectar el nivel de información que quiere el paciente. Nunca hay que engañar a un paciente, pero tampoco hay que forzar la información.

-Y ¿los avances tecnológicos pueden ser un escollo en el desarrollo de esa medicina más humana?

-Se habla mucho de la robotización, del 5G, la Inteligencia Artificial...que son avances muy evidentes, pero no tienen que estar reñidos con la humanización. Es decir, la robotización de la cirugía no va en contra de la humanización de la cirugía; deberíamos preocuparnos mucho de que el avance tecnológico no signifique una deshumanización. Todo esto será un avance si persistimos en tratar a la persona íntegramente, también desde el punto de vista emocional y psicológico.