Política

Cataluña

El ataque en Castelldefels destapa la precariedad de los centros de MENA de la Generalitat

El Govern admite que algunos de ellos «vienen de sus países de origen con las mismas dinámicas en la calle»

Mossos d’Esquadra y Policía Local de castelldefels, en el albergue Cal Ganxo de Castelldefels
Mossos d’Esquadra y Policía Local de castelldefels, en el albergue Cal Ganxo de Castelldefelslarazon

En apenas una semana han sido tres los sucesos relacionados con los menores extranjeros no acompañados (MENA) en Cataluña, concretamente en Canet de Mar, Castelldefels y en la Zona Franca de Barcelona, aunque fueron incidentes distintos entre sí. El Govern insiste en que, en los dos primeros casos, se trató de un móvil racista, opinión compartida por diversas entidades sociales, pero no por los Mossos d’Esquadra, que no ven delito de odio.

El caso de Castelldefels ha servido, y es una opinión compartida por las entidades sociales, para destapar una cierta precariedad o falta de previsión de la Generalitat sobre la llegada de los MENA, cada vez más imparable. Se ha multiplicado por diez en apenas cuatro años, pasando de los 377 de 2015 a los 3.659 de 2019, y este año se espera que vengan unos 5.000. De momento, entre enero y febrero ya han llegado 429.

Ante esta posible avalancha de más menores no tutelados, los 161 centros de la Generalitat tienen plazas para 2.655 jóvenes, por lo que el resto son derivados a centros de acogida o similares, aunque también pasan a cargo de la administración, explicaron a este diario fuentes de la conselleria de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias. También admitieron por otra parte que «algunos –sin especificar la cantidad– de estos menores y se escapan hacia sus rutas por Europa». En todo caso, señalaron que se trata de una «tarea de calle, de educadores de la calle».

El conseller de este departamento, Chakir El Homrani, señaló ayer que ahora mismo hay unos 4.000 MENA en Cataluña, aunque no cifró que porcentaje de ellos han delinquido. «Es la misma proporción que el resto de colectivos de menores», aseguró. No obstante, sí que comentó que «muchos de estos jóvenes vienen de sus países de origen siguen aquí con la misma dinámica que en sus calles». La inmensa mayoría proceden de Marruecos.

Desde el Colegio de Educadores Sociales, se emitió un comunicado oficial, en el que se señala que «los centros de acogida no pueden ser diseñados como espacios provisionales, ya que son el hogar de estos jóvenes, donde tienen que sentirse protegidos». Además, exigen «una acogida de calidad que incluya proyectos socioeducativos y comunitarios que se desarrollen con los profesionales adecuados, en contraposición a propuestas únicamente asistenciales».

Por ello, animan a los responsables políticos a llevar a cabo las respuestas ya pensadas y consensuadas en la «Estrategia catalana para la acogida y la inclusión de niños y migrantes jóvenes».

Respecto al último incidente, registrado en la Zona Franca, la secretaria de Infancia, Adolescencia y Juventud de la Generalitat(Dgaia),Georgina Oliva, negó motivos racistas en la pelea del pasado sábado, entre cinco MENA y otros chicos del barrio. El balance final fue de cinco jóvenes heridos, cuyo estado no revistió gravedad.