Música

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El instituto de las 50 bandas de rock

Un profesor de música, premio del último mSchools Awards, revoluciona la educación en el instituto público de la Roca del Vallès y frena la segregación

El Mobile Learning Awards premió el proyecto de Rockalins, del instituto público de La Roca del Vallès, clases de música con tecnología móvil que ha revolucionado el aprendizaje
El Mobile Learning Awards premió el proyecto de Rockalins, del instituto público de La Roca del Vallès, clases de música con tecnología móvil que ha revolucionado el aprendizajelarazon

Cuando la generación EGB inventó los maratones televisivos visionando capítulos de series compulsivamente de Bola de Drac, Lluís Burillo que también creció entre cassettes y bollycaos, no tenía televisión en casa. Leía y escuchaba música, mucha música. Y hoy sus venas bombean rock. Queen, Nirvana o los inmortales Rolling Stones marcaron a unas generaciones que ahora intentan convencer a los jóvenes que aparquen seis minutos el reggaeton para escuchar «Bohemian Rapsody». Burillo, que hoy es profesor de música en el único instituto público de La Roca del Vallès, carrera que compagina con la de doctor en Comunicación Social y profesor en la universidad, lo ha conseguido con un videojuego: Rock Smith.

A través de una apuesta pedagógica innovadora, que integra la tecnología digital en el aula y ofrece nuevas formas de aprendizaje, Burillo ha logrado transmitir su pasión por la música a los alumnos y, a través de ellos, ha revolucionado a todo un pueblo. No hay fiesta de Navidad en la residencia de ancianos o en el centro cívico que no tenga la oferta para tocar de una banda de los alumnos del instituto público. Los padres y madres hacen cola para apuntarse a aprender a tocar un instrumento en la escuela de música municipal. Y, lo más importante, el instituto público ha dejado de perder alumnos. El nuevo proyecto educativo convence, ha dignificado la educación del instituto y muchos padres se repiensan la idea de llevar a sus hijos a un centro privado.

En el instituto público ofrecen el plus a los alumnos de aprender a tocar un instrumento de una banda de rock (guitarra, bajo, batería o teclado eléctricos). Es condición «sine qua non» que el instrumento se pueda conectar al videojuego con el que trabajan a través de una pantalla. En el aula, hay 25 alumnos, llevan cascos, así el profesor puede dar clase.

Burillo asegura que a los tres meses los alumnos de 1º de ESO ya interpretan una rueda de acordes y en 4º tienen su propia banda de rock. «La clase de música no es optativa. Hemos revertido una situación legal que reducía las horas de música en la ESO a 120 y las hemos triplicado hasta 400 horas», explica. Los alumnos no sólo aprenden a tocar un instrumento, también mejoran sus resultados académicos –el 100% aprueba la asignatura de Música–, son alfabetizados tecnológicamente –saben afinar instrumentos, utilizar una mezcla de sonidos o iluminar un escenario–, y mejoran su autoestima. Además, el proyecto musical mejora la cohesión. «Es un antídoto contra el bullying», alega Burillo, «porque en una aula donde vas a necesitar un batería y un bajo para montar tu banda de música no puedes fastidiar al compañero, lo necesitas»

Reconocimiento del Mobile

Hace seis años que arrancó el proyecto. Pero hasta hace uno, el instituto no tomó conciencia de la dimensión de la revolución en las aulas de música. Lo contó Burillo en el acto de entrega de los Mobile Learning Awards 2019 que, en el marco del Mobile World Congress (MWC), «premia siete proyectos innovadores de docentes y escuelas que reconocen y fomentan el uso de la tecnología móvil en las aulas», detalla Albert Forn, director del programa mSchools. Al recoger el primer premio de la modalidad de «Experiencias y propuestas de aula con tecnologías digitales», Burillo explicó que hace poco más de un año, un grupo de alumnos de 2º de ESO organizó un concierto solidario para ayudar a erradicar una enfermedad rara, el Pian. Recaudaron 1.600 euros y tocaron 50 bandas de rock. «Ese día caímos en la cuenta de que el instituto había formado ya a 50 bandas de rock», dijo emocionad. Y algunos, como “45 Degrees”, suenan muy bien.

El instituto aprovecha el entusiasmo de los alumnos con la música para estudiar inglés, francés o literatura –cambian letras para estudiar métrica–. Burillo cuenta que tienen un grupo ensayando «Zombie», de los Cranberries y que prohibe el reggaeton, «porque las letras no respetan a las chicas». También que hay municipios como Arenys de Munt o L'Hospitalet que se han interesado por el proyecto. Recuerda que lo arrancaron de cero, pero que con la ayuda de la escuela de música municipal que les empezó a prestar material y del ayuntamiento ya cuentan con 5 aulas, 50 instrumentos y otra profesora, Cris Hernández. El eco de su éxito ha cruzado el Atlántico, la empresa creadora del videojuego con el que aprenden los alumnos, de San Francisco, les llamó interesada en su proyecto. Si UbiSoft llama al instituto de la Roca del Vallès, la Unesco ha reconocido la labor de mSchools y el MWC de «introducir la tecnología móvil para provocar un cambio en las aulas», cuenta orgulloso Forn.