Cataluña

Gosé, un moderno desconocido

Una exposición recupera a uno de los mejores ilustradores catalanes de principios del XX

La muestra permite conocer el universo de un artista que se convirtió en una prestigiosa firma en las revistas de época parisinas
La muestra permite conocer el universo de un artista que se convirtió en una prestigiosa firma en las revistas de época parisinaslarazon

El Museo Nacional de Arte de Cataluña (Mnac) continúa con su política de recuperar grandes nombres del arte catalán que han quedado olvidados, pese a la evidente calidad de sus trabajos. En esta ocasión, Xavier Gosé es el protagonista de una retrospectiva en la que se trata de aportar luz sobre un autor que vivió la modernidad de principios del siglo pasado, pero que nunca quiso entrar en el terreno de la vanguardia. Tal vez esa decisión es la que acabó condenándolo a cierto silencio, pese a que su obra apareció en algunas de las publicaciones más importantes de su tiempo, ya fueran catalanas o parisinas.

La muestra nos confirma la fuerza de Gosé como un gran ilustrador, un fino observador de la Belle Époque con una gran capacidad para traducir en papel todo cuanto contemplaba en cafés, cabarets, prostíbulos, carreras de caballos o en rincones de Montmartre. Era todo aquello que podía traducirse con el dandismo, marca de la casa para Gosé y que plasmó Ramon Casas en el retrató que le dedicó, también presente en la exposición del Mnac.

Los orígenes artísticos del autor se remontan a su aprendizaje en el taller de Lluís Pellicer y frecuentando la cervecería els Quatre Gats, aunque él nunca se consideró integrante del grupo capitaneado por Picasso en ese establecimiento. En el local expuso su trabajo y logró el apoyo del público y de la crítica. Pero Barcelona se le quedaba pequeña y en 1900 se instaló donde ocurría todo, es decir, en París, ciudad en la que vivió hasta el estallido de la I Guerra Mundial.

La exposición también nos ofrece la posibilidad de conocer las relaciones del artista con el mundo de la moda. De esta manera, podemos, por ejemplo, conocer los diseños que realizó junto a Ignacio Zuloaga para la ópera «Pepita Jiménez» de Isaac Albéniz. A ello se le sumó su capacidad para plasmar ese mundo en dibujos para las más importantes firmas francesas dedicadas a la moda en ese tiempo, como Poiret, Worth, Redfren, Vionnet o Doucet.

La exposición ha sido posible gracias a la colaboración entre dos museos: el Mnac y el Jaume Morera de Lleida, la ciudad en la que falleció el artista en 1915, víctima de una tuberculosis que le había obligado a dejar París.

Dónde: Museo Nacional de Arte de Cataluña.

Cuándo: hasta el 20 marzo.

Cuánto: 6 euros.