Gastronomía

La barra de pescado y marisco, un toque singular en la Barceloneta

El restaurante de Carles Abellán apuesta por el tapeo con los productos del mar como protagonistas

Una imagen del reconocido chef Carles Abellán en el establecimiento que regemta en el Paseo Joan de Borbó9 de Barcelona
Una imagen del reconocido chef Carles Abellán en el establecimiento que regemta en el Paseo Joan de Borbó9 de Barcelonalarazon

Hace cerca de un año, el reconocido chef Carles Abellán inauguró un nuevo restaurante, la Barra de Carles Abellán, en la Barceloneta y, como la mayoría de establecimientos ubicados en la zona marítima de la Ciudad Condal, decidió enfocar la oferta hacia los productos del mar.

Hace cerca de un año, el reconocido chef Carles Abellán inauguró un nuevo restaurante, la Barra de Carles Abellán, en la Barceloneta y, como la mayoría de establecimientos ubicados en la zona marítima de la Ciudad Condal, decidió enfocar la oferta hacia los productos del mar.

Sin embargo, en este caso concreto, tal y como el propio chef indica, «no solo se trata de una cocina de producto con intención gastronómica», sino que además «la puesta en escena es muy diferente». Y es que como el propio nombre del local indica, el concepto es el de una barra de pescado y marisco. «Yo quería abrir un barra para tapear a base de pescado y marisco, al estilo del Tapes 24, y el resultado ha sido La Barra de Carles Abellán, un establecimiento que consta de barras enfrentadas desde las que se puede visualizar el showcooking» que tiene lugar en la cocina de brasa y plancha de la primera planta como a través de las pantallas en las que se emite la imagen de la cocina principal ubicada en la plata de abajo.

Pero este restaurante no solo es una puesta en escena, sino que es principalmente un establecimiento en el que disfrutar de una «de una cocina personalizada basada en el producto, sin grandes manipulaciones; una cocina tradicional pero puesta al día», explica Abellán. «Trabajamos con un pescado fresco, de la lonja de la Barceloneta y de nuestro litoral, y con una ejecución muy elaborada y mimada», añade.

Y como no podía ser de otra forma en una barra, esa oferta gastronómica se concreta en tapas y raciones para compartir. «El 99% lo servimos en medio de la mesa», apunta al respecto el chef. El restaurante, sin embargo, cuenta también con un menú degustación que, a diferencia de lo que suele ser habitual, se diseña a la medida del cliente. «Se trata de siete u ocho platos salados y un par más dulces, que el cliente puede elegir entre nuestra oferta y el precio es de 68 euros», explica el propietario.

La barra, protagonista

Y todo ello sucede en un espacio con un estilo y ambiente muy singular, con un aire marítimo, y predominio del color azul, como el del mosaico de grandes azulejos azules con imágenes de peces de su pared principal. Domina el espacio una larga barra en forma de U, desde la que se puede seguir en directo la elaboración del plato, ya sea desde la barra de brasa y plancha situada en el centro de la U o bien mediante las pantallas en las que se reproduce lo que sucede en el interior de la cocina principal. Dos mesas altas ubicadas en la entrada o las dispuestas en la terraza son la alternativa a la barra.