La Crida pone en duda el liderazgo del Pdecat

Mientras ERC impulsa a Maragall, el entorno de Puigdemont no sabe cómo concurrir a los comicios.

El «procés» recibió uno de los golpes políticos más contundentes que se recuerdan mucho antes del choque definitivo del 1 y el 27 de octubre del año pasado. Fue para las municipales de 2015, cuando la antigua Convergència de Xavier Trias perdió la alcaldía de la capital catalana en beneficio de Ada Colau. «Si Barcelona nos da la espalda, no saldremos adelante. No la podemos perder», había asegurado cuatro días antes el entonces president Artur Mas. Desde ese momento, el soberanismo –y en especial, el universo «convergente»– se conjuró para «recuperar» Barcelona, plaza clave ante sus aspiraciones de forzar un referéndum de independencia pactado con el Estado.

Ahora, tres años y medio después y con las municipales en el calendario de 2019, el entorno «postconvergente» aún no ha decidido quién será su alcaldable ni con qué fórmula concurrirá a los comicios a la espera de la Crida, el nuevo partido de Carles Puigdemont y Quim Torra que debe celebrar su congreso constituyente en enero. «Le diría que a estas alturas la Crida no tendrá alcaldable propio. Otra cosa es que podamos articular una candidatura surgida de muchos de los ámbitos del soberanismo», confesó ayer el dirigente del nuevo espacio político, Ferran Mascarell.

«Tenemos aproximadamente uno o dos meses para acabar de decidir», admitió, además de no descartar la posibilidad de que sea él mismo quien encabece una «candidatura amplia» del soberanismo en las elecciones municipales de Barcelona junto al ex consejero de Interior, Joaquim Forn, ahora encarcelado. «Podrá tener un papel relevante», vaticinó Mascarell en una entrevista en Catalunya Ràdio. «La que yo imagino no es una candidatura del Pdecat, sería más amplia», incidió Mascarell, quien puntualizó que la también exc onsellera Neus Munté es solo la alcaldable del partido heredero de CDC tras haber ganado sus primarias.

El escenario y las dudas «postconvergentes» contrastan con la estabilidad de Esquerra, que ha aprovechado este fin de semana para lanzar definitivamente la candidatura de Ernest Maragall como alcaldable. En el otro lado, Ada Colau espera rivales del PP y el PSC, mientras Manuel Valls busca su hueco.