Ministerio de Justicia

La defensa de los mossos del caso Raval rechaza el jurado popular

La Razón
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Aún no hay fecha para el juicio, pero las dos partes implicadas en la muerte del empresario del Raval Juan Andrés Benítez ya hace tiempo que han comenzado un intercambio de declaraciones y acusaciones. La defensa de cinco de los agentes de los Mossos d'Esquadra imputados por este violento episodio rechazó ayer que de la vista oral se encargue un jurado popular, porque para ello «debe demostrarse que hubo dolo –intención de dañar– en la actuación de los agentes, cosa que el letrado no entiende ni tan siquiera remotamente».

En su recurso de reforma, el abogado José María Fuster–Fabra asegura que el auto del titular del juzgado de instrucción 20 de Barcelona es de una «manifiesta insuficiencia» en el contenido argumental al no tener los elementos incriminatorios y no justifica por qué acciones u omisiones están imputados los mossos.

«Sin pruebas»

Tras el auto del 13 de diciembre, el letrado también alega que las defensas no han propuesto todavía prueba alguna al no tener determinada exactamente la causa de la muerte, «y máxime dada la indeterminación del informe final de la autopsia», y por todo ello pide el sobreseimiento del caso respecto a los agentes que representa y, en todo caso, la continuación del procedimiento por el trámite de las diligencias previas. «Existe una escasa fundamentación y motivación del auto de diciembre, que entendemos se dicta porque se entiende que se cometió un delito contra la vida de Juan Andrés Benítez pero que dados los resultados de las pruebas practicadas entendemos debe ser reformado», argumenta.

Para la defensa, «el auto de acomodación al procedimiento de la ley del Tribunal del Jurado sólo se entiende si se ha cometido alguno de los delitos que contiene la ley» y si se considera que ha habido una actuación dolosa por parte de los funcionarios policiales.

«Con toda honestidad esta defensa, aun considerando que resulta absolutamente procedente continuar con la investigación, no entiende como ni tan siquiera remotamente pudiera hablarse de actuación dolosa», reflexiona.

Considera la defensa que en la actuación de los mossos no existe intención porque actuaron según los protocolos, buscando la superioridad numérica para evitar mayores daños, propinando golpes de distensión y llamando con urgencia a los servicios médicos cuando quedó inconsciente.

En su recurso, la defensa alega que los Mossos acudieron a la calle Aurora del Raval por los avisos de los vecinos de que se estaba produciendo una pelea entre Benítez y otro hombre, porque el primero había amenazado y golpeado a su mujer e hijo. Añade que mientras los agentes trataban de aclarar lo ocurrido e identificar a los participantes, Benítez «apartó bruscamente el brazo de una agente y sin mediar palabra la agredió, cogiéndola por los pelos, mordiéndole el brazo».