La explosión de un piso de Premià se debió a un crimen machista

Los Mossos concluyen que la tubería del gas fue manipulada para causar la deflagración.

La explosión en un piso de Premià de Mar el pasado 18 de septiembre fue provocada y se debió presuntamente a un crimen machista, según desvelaron ayer los Mossos d’Esquadra. El informe policial que ha sido remitido al Juzgado de Instrucción de Mataró que lleva el caso detalla que pudo ser el marido de la mujer fallecida en el mismo momento de la deflagración el que manipuló la tubería de gas con el fin de que se produjera la fuga.

El principal sospechoso también falleció pocos días después de la explosión a consecuencia de las quemaduras, lo que dificultó mucho la investigación. Pero tal y como avanzó ayer «El Periódico» varios vecinos de Premià habían hecho saber a la Policía varios episodios que confirmaban la mala relación entre la pareja. Las compañeras de trabajo de la víctima aseguraron que ella había dado un ultimátum a su marido porque la relación se había deteriorado y quería que se marchara de casa. Por su parte, el presunto autor de los hechos habría comunicado a un amigo la noche anterior al suceso que tenía intención de provocar algún accidente. Además otros vecinos del bloque declararon a los Mossos haber escuchado discusiones y gritos frecuentes en el domicilio del matrimonio.

Aunque todos estos testimonios señalaban al marido como principal responsable, la autopsia de la víctima no confirmó la sospechas ya que no se encontraron señales de violencia previas a la explosión. No obstante, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) a través de un comunicado, subrayó ayer que a pesar de estos indicios la investigación no se da por concluida y, por lo tanto, insiste en que no hay todavía «ninguna certeza».

El hombre que presuntamente causó la deflagración para matar a su mujer protagonizó el vídeo más viral del suceso. En él aparece colgado desnudo de un balcón intentado salvarse de las llamas. Los vecinos, desde los balcones contiguos, le animaban a que persistiera hasta que llegasen los Bomberos. Aunque consiguió salir con vida del domicilio, fue trasladado en estado grave al Vall d’Hebron. El parte médico desveló que tenía el 30% de la superficie corporal quemada por lo que fue sedado. Eso imposibilitó a la policía someterlo a interrogatorio. Finalmente murió días después dado que sufría quemaduras internas graves debido al aire que inhaló.

Además otras 16 personas resultaron heridas y un totral de 82 personas tuvieron que ser desalojadas de sus casas.