La facturación de los hoteles crece un 6% pese al «procés»

Pese a la facturación récord, los hoteleros lamentan que las pernoctaciones han caído un 8 por ciento tras un tercer trimestre «fatídico».

La actividad hotelera en Barcelona ha registrado un descenso preocupante para los empresarios en el último tramo de año. Según el Gremio de Hoteles de la ciudad, el peor momento del 2017 fue el último trimestre, cuando los hoteles vieron como la actividad bajó un 8%. Los datos, sin embargo, fueron muy positivas a principios de año por lo que cerraron el año en positivo, con un crecimiento del 6%, lo que sitúa a la ciudad en un nuevo récord.

Aun así, el Gremio de Hoteles de Barcelona no esconde su preocupación por el futuro del sector. Las malas noticias, aseguran, se acumulan y todo ello configura un cóctel negativo para sus intereses. El gremio destaca que en el último trimestre la actividad hotelera bajó un 8%. Un descenso que se ha acabado compensando gracias a los buenos resultados de principio de año y en las reservas. Todo ello ha permitido cerrar el ejercicio con un 6% más que el año anterior. “Hemos vivido un trimestre fatídico y nos encontramos con que Barcelona está siendo excluida ahora de muchas candidaturas para conseguir reuniones de negocios en los próximos meses”, advirtió el presidente del Gremio de Hoteles, Jordi Clos. La cifra que confirma el descenso en las pernoctaciones ha sido el puente de Semana Santa, el Gremio apunta a un descenso del 42% de las reservas respecto al 2016. Aunque estos datos hay que recordar que el nivel de ocupación en 2017 fue del 80%.

Al cierre del año, la ocupación de los hoteles se situó en un 80%, similar a la registrada en 2016, aunque hubiera sido mayor sin el efecto negativo del último trimestre, mientras que el precio medio de la habitación concluyó a 138 euros, 7,5 euros más que en 2016. En concreto, la facturación de los hoteles cayó cerca del 15 % en octubre y noviembre y llegó a bajar hasta el 25 % en diciembre, un mes en el que el sector suele cosechar buenos resultados. Los establecimientos más afectados fueron los de cinco estrellas, que vieron reducirse la facturación hasta el 35 % en diciembre, mientras que los menos perjudicados son los de una y dos estrellas.

En cuanto a responsabilidades, Clos señaló que han jugado un papel importante la incertidumbre política y los mensajes contrarios a la actividad turística, y recordó los ataques vandálicos a intereses turísticos de este pasado verano y las huelgas en el aeropuerto. Por el contrario, el atentado terrorista del 17 de agosto impactó en las reservas de manera puntual y no ha tenido un efecto negativo permanente, según Clos.