La Fiscalía alerta del incremento de agresiones sexuales entre menores

La Memoria del Ministerio Público de 2017 no detecta un especial aumento de la criminalidad en general, pero indica que las denuncias por violencia de género entre adolescentes se han casi triplicado.

En los últimos meses se ha hablado mucho de la creciente llegada a Barcelona de menores extranjeros no tutelados, lo que ha provocado un importante colapso en los centros de la dirección general de Atención a la Infancia y a la Adolescencia (Dgaia). Una de las consecuencias fue que algunos de estos jóvenes tuvieron que dormir en comisarías de los Mossos d'Esquadra.

Todo ello se refleja en la memoria de la Fiscalía, correspondiente a 2017. Pero existe otro apartado en ese documento, que no tiene nada que ver con la llegada de menores no acompañados.

Se trata de otro tema muy polémico, como son los delitos cometidos por menores en Cataluña, sean extranjeros o autóctonos.

Sin alarma

En la memoria de la Fiscalía de 2017 se recogen las cifras de criminalidad de los menores en la provincia de Barcelona, y según el análisis, «no se han detectado brotes específicos de delincuencia y se mantienen cifras muy parecidas en relación al año anterior», es decir, 2016.

En este periodo, la Fiscalía de menores de guardia presentó en los juzgados dedicados a este ámbito 298 escritos de petición de medidas cautelares: 135 de internamiento en centro cerrado o semiabierto y 151 medidas de libertad vigilada, entre otras.

Los delitos de agresión sexual, según este balance, aumentaron de 25 a 38 casos, mientras que el abuso sexual se redujo ligeramente, pasando de 35 a 32; en paralelo, los robos con violencia han caído (de 609 a 554) y los hurtos de 380 a 301.

Los delitos de violencia de género se han casi triplicado, pasando de 8 a 21, si bien la violencia doméstica ha caído de 227 casos a 201. En su informe, la Fiscalía destaca que materia de violencia en el ámbito familiar, el servicio de guardia de menores trabaja para dar una respuesta rápida y lo más adecuada posible en los casos «bastante frecuentes» en los que la víctima–denunciante pide una orden de protección.

Entre los años 2011 y 2016, el número de homicidios o en grado de tentativa cometidos por menores en Cataluña ascendió, según la Fiscalía General del Estado. Pese a que los números no son especialmente alarmantes, la conselleria de Justicia decidió aplicar un protocolo para tratar las conductas violentas. El primer objetivo es evaluar los objetivos de riesgo que presenta cada chico. Esclarecer los motivos que tiene para delinquir.

Un ejemplo de este problema ocurrió el miércoles. La Guardia Urbana arrestó a un menor acusado de herir con una botella rota a otro menor durante una pelea en el barrio del Raval. La pelea se originó en la confluencia entre las calles Sant Pau y Rambla del Raval. El supuesto agresor fue detenido, y pasó a a disposición de la Fiscalía de Menores.