El comercio de barrio está hecho un toro. Los hábitos de consumo de los barceloneses confirman su buena salud. Los vecinos de Barcelona prefieren los comercios de proximidad para hacer la gran mayoría de sus compras.

El comercio de barrio está hecho un toro. Los hábitos de consumo de los barceloneses confirman su buena salud. Los vecinos de Barcelona prefieren los comercios de proximidad para hacer la gran mayoría de sus compras. Los ejes comerciales y los mercados están más vivos que nunca.

El Informe de Hábitos de Consumo y Polos de Actividad Comercial de Barcelona del 2017, que se dio a conocer ayer, demuestra que «existe la voluntad extendida de comprar en el barrio, que cada vez tiene una una oferta mayor y más amplia». Lo dijo el concejal de Comercio y Mercados, Agustí Colom, quien sin embargo apuntó que «pese a los datos positivos respecto al comercio de barrio, sigue habiendo barrios con una cierta fragilidad comercial y ésta coincide sobre todo con aquellos barrios con una renta más baja».

En cualquier caso, según el informe, en Barcelona el 94% de los vecinos realizan sus compras habituales de productos alimentarios en su barrio de residencia, mientras que el 69,6% hace lo propio en lo que se refiere a los productos no alimentarios, especialmente aquellos de farmacia , droguería, herbolario, floristería, y libros, revistas y diarios. Sin embargo, en cuanto a la compra de productos tales como la música (56,9%), los juguetes y deportes (44,6%), la ropa (36,5%) y la telefonía móvil (38,7) se evidencia una mayor tendencia a a desplazarse a otros barrios de la ciudad. En este contexto, los mercados son el lugar preferido por los barceloneses para adquirir la carne, el pescado y el marisco, mientras que los comercios especializados del barrio son los elegidos para adquirir frutas y verduras y los supermercados para los alimentos no frescos y las bebidas. En contrapartida, en los hipermercados se compra solo el 2,6% y ello confirma la tendencia de los últimos 5 años, desde que se hiciera el informe de 2012, que habla de una reducción de las compras en los hipermercados, unas consolidación en las tiendas especializadas o de barrio y en los supermercados, y una recuperación en los mercados municipales. «Estos datos demuestran la fortaleza de los barrios, su capacidad para generar un comercio de tienda especializada», aseguró Colom.

En lo que se refiere a la frecuencia de compra, el informe revela que el 44% de los consumidores no tienen un día fijo de compra, aunque la mayoría suele comprar entre semana, mientras que el 19,8% lo hace los sábados y el 2,5% los domingos. Además, un 81% acude a las tiendas de barrio al menos una vez a la semana, un 79% al supermercado y un 48,3% a los mercados municipales, de manera que la compra reiterada se sitúa sobre todo en los barrios. Los datos revelan un retroceso en lo que se refiere a la corresponsabilidad entre hombres y mujeres a la hora de hacer la compra. El 74,4% de las compras domésticas las realizan los mujeres. Vuelven a ganar peso ahora que baja el paro especialmente entre los hombres.

Así pues, y según se deriva de las respuestas de los consumidores, el factor principal que lleva a los barceloneses a optar por las tiendas de barrio es la proximidad, mientras que en los mercados municipales es la calidad de los productos, en los grandes almacenes la diversidad y en los bazares, el precio. os barceloneses. Además, en cuanto a las compras por internet, que son poco significativas –un 62,7% dice no haber comprado nunca on line– pese ha que han aumentado en los últimos años, solo el 4,2% de los consumidores tiene una frecuencia de compra igual o superior a las dos semanas.

El 30% de los consumidores han estado alguna vez en alguno de los 17 centros comerciales de Barcelona y la frecuencia es más elevada en aquellas áreas que se encuentran en espacios no céntricos de la ciudad, mientras que en los céntricos la gente acude más a pasear.