Las personas ciegas y discapacitadas reivindican calles más accesibles

«Calles para todos» denuncia la peligrosidad de las plataformas únicas de uso mixto

Unas 80 personas, integrantes de la plataforma ciudadana «Calles para todos y sin peligro», formada por gente con diversidad funcional tanto visual como física, celebraron ayer el primer año de vida de la entidad con un acto reivindicativo en la plaza Sant Jaume, en el que reclamaron calles accesibles y sin peligro y exigieron la corresponsabilidad de los gobiernos municipales y catalán en una regulación adecuada de las calles de plataforma única de uso mixto. En los últimos años, está proliferando este modelo urbanístico, que apuesta por calles en las que circulan por la misma calzada vehículos y peatones, el cual por su deficiente diseño y su uso indiscriminado, supone muchas veces un riesgo para invidentes o discapacitados físicos.

Si bien la legislación estatal relativa a la materia establece el uso del diseño en plataforma única como una herramienta para garantizar la anchura mínima de paso a los itinerarios de viandantes en aquellas vías estrechas y en zonas urbanas consolidadas, en las cuales no es viable el diseño tradicional con acera, calzada y cruces con rampa, lo cierto es que varios ayuntamientos están recurriendo a este modelo urbanístico de forma indiscriminada e injustificada. «Algunos consistorios aplican la plataforma única en vías anchas en la que se podría hacer un itinerario accesible con acerca amplias y rampas y lo justifican diciendo que es para pacificar el tráfico, cuando en realidad es una cuestión estética», señala José Ángel Carrey, portavoz de la plataforma. El caso más flagrante es el del Paseo de Gracia, una vía que a raíz de su remodelación cuenta con una plataforma única en la que hay un carril de servicio por el que circulan vehículos, sin señalización para los viandantes.

Así pues, este modelo urbanístico, pensando y diseñado para mejorar la accesibilidad de las personas discapacitadas, está generado un nuevo obstáculo a este colectivo. Normalmente éstas plataformas únicas no van acompañadas de la señalización con pavimento especial de botones que establece la ley, necesaria para advertir del peligro y permitir diferenciar el espacios destinado a los vehículos del de los peatones, y eso provoca la desorientación de las personas con problemas visuales, que pueden acabar invadiendo la calzada de forma involuntaria, con el riesgo que ello conlleva. Además, la colocación de pilonas en estas plataformas para evitar el estacionamiento de vehículos dificulta el paso de sillas de ruedas, que han de bajar a la calzada.

Por ello, la plataforma trabaja para lograr un compromiso por parte de los Ayuntamientos de recurrir al diseño de plataforma única sólo en los casos en los que sea imprescindible por las condiciones de la vía y siempre con la señalización necesaria. Así mismo, solicita a la Generalitat que, en el marco del desarrollo del Decreto de la Ley de Accesibilidad de 2014, se cree un marco legal en esta materia adecuado a las necesidades de las personas invidentes y con deficiencia física.