Nadal: «Hay que aplicar medidas que lleven a una consulta»

El ex dirigente Joaquim Nadal pide restablecer el Estatut de 2006 en una entrevista.

Joaquim Nadal es un peso pesado de la política catalana de los últimos años, espectador de lujo del «procés» y testigo de excepción del Estatut de Pasqual Maragall, punto de partida del conflicto territorial según la mayoría de analistas y políticos. Consejero de la influyente cartera de Política Territorial y Obras Públicas de los dos tripartitos y portavoz del Ejecutivo de Maragall, Nadal aporta su particular receta al complicado tablero político catalán: «Hay que hacer un reset, aplicar medidas sucesivas que lleven a restablecer el Estatut de 2006 y plantear un horizonte (sin plazos) para una nueva propuesta y una consulta», explica en una entrevista con este diario tras publicar «Catalunya, mirall trencat» (Pòrtic).

El libro es un ensayo que navega entre el relato histórico y el manual político, con un capítulo entero dedicado a desgranar algunas de las propuestas y soluciones que el socialista propone para Cataluña. «El Gobierno [de Pedro Sánchez] debería reconocer que las instrucciones del 1-O fueron equivocadas y la represión fue inaceptable y a renglón seguido el soberanismo debería reconocer que el 1-O no fue un referéndum», dice sobre el primer paso a dar de una serie de «medidas cremallera». «Estamos encallados. El PSOE intenta contemporizar sin encontrar una salida razonable y el mundo soberanista se ha instalado en una realidad virtual que no se corresponde a una realidad efectiva».

Nadal también apuesta por que el Estado «tome la iniciativa para la libreación de los dirigentes presos y para la suspensión de todas las acciones judiciales» y que el independentismo renuncie explícitamente «a la vía unilateral», dos gestos a su juicio imprescindibles para resolver el confli o territorial.

Otra de las propuestas que hace pasa por recuperar la idea del «referéndum a la canadiense», una idea a la que se abrió el PSC hace dos años y que luego enterró por completo en su hoja de ruta. «Dio marcha atrás, le pegaron en los dedos y quitó la mano», explica Nadal.

El veterano dirigente, que se define a sí mismo como «una persona que ya no milita, un socialista independiente», también se acuerda de su ex partido en el libro y la entrevista. «Al PSC le ha faltado claridad y valentía». «Su espacio político se ha adelgazado muchísimo, ha perdido musculatura porque lo que le daba amplitud era este carácter de catalanismo abierto donde había gente muy diversa», apunta».

Y sobre una de las claves, la reforma del Estatut de 2006 y la posterior sentencia del tribunal Constitucional, admite margen para la autocrítica: «Todos cometimos un error y fue hacerlo excesivamente extenso y prolijo. Maragall nos pedía un Estatut breve, sintético y muy al estilo de la constitución americana y salimos con un Estatut de 250 artículos».