PSC y Esquerra dejan plantada a Colau con los presupuestos de 2016

Los presuntos aliados del gobierno municipal de Barcelona en Comú –ERC y PSC– dejaron ayer sin proyecto de presupuestos para 2016 a la alcaldesa, Ada Colau. Dos semanas después de tener que retirar el proyecto de ordenanzas fiscales del pleno por falta de apoyos, todas las fuerzas políticas –excepto los anticapitalistas de la CUP con tres concejales– vuelven a dar la espalda a Colau. Esta vez en la elaboración de sus primeros presupuestos, una materia muy sensible y que se presumía la piedra angular con la que iniciar un giro radical en las políticas económicas de la ciudad, tras cuatro años de legislatura de CiU. Colau se vio obligada a retirar como punto en el orden del día de la comisión de Economía tras el anuncio de la abstención de ERC y del rechazo del PSC.

La «falta de voluntad de diálogo» por parte del gobierno municipal ha sido reprochada por los socialistas. La portavoz adjunta socialista, Montserrat Ballarín, acusó a Colau de «no querer llegar a entendimiento» tras entregar la documentación –más de 500 páginas– 48 horas antes de la votación. El portavoz adjunto del PP, Javier Mulleras, reprochó que «este presupuesto mantiene las prioridades equivocadas de anteriores gobiernos municipales». Se refirió a «gastos innecesarios» como destinar 13 millones de euros a publicidad y aumentar en un 40 por ciento el gasto en Estudios e Informes municipales (de 5,3 millones a 7,5). «Estos presupuestos mantienen la fiscalidad al máximo, reduce las inversiones un 20 por ciento y eleva el IBI a 140.000 familias de Barcelona», concluyó el concejal popular.

Ballarín argumentó que no son «los presupuestos que necesita Barcelona porque no pone al servicio de los ciudadanos ni el potencial económico ni la solvencia que tiene la ciudad». El proyecto de presupuestos para 2016 asciende a 2.708 millones de euros, un 6,2 por ciento más que en 2015. Incluye una subida de las partidas sociales del 5,5 por ciento (de 2.013 a 2.123,9 millones) y de un 5,9 por ciento en las inversiones (de 357 a 378,2 millones).

Con este revés, las opciones para que los presupuestos se aprueben antes de que concluya el año y en el pleno ordinario previsto para el 29 de diciembre se reducen sustancialmente, si bien podrán ser aprobados con el nuevo año iniciado.La líder de Ciudadanos y presidenta de la comisión, Carina Mejías, protagonizó la anécdota de la sesión. Anunció a través de Twitter la retirada de los presupuestos del orden del día antes de informar a los grupos municipales. Esto molestó notablemente a CiU y PP, que lo consideraron «un hecho muy grave y una falta de respeto institucional».

El concejal republicano Alfred Bosch pidió que rectificara y Montserrat Ballarín recriminó «que ha sido un error de Mejías pero también lo fue del resto que consultaron las redes sociales durante el debate».

No a la refinanciación

Pese a que no se llevase a cabo la tramitación del proyecto de presupuestos, en la comisión de Economía sí se aprobó la propuesta del gobierno municipal de no refinanciar operaciones bancarias de la legislatura anterior. De esta manera se reducirá en 138 millones de euros el endeudamiento previsto, y quedará en 836 millones en lugar de los 974 previstos inicialmente. El gobierno de Colau estimó que la reducción del endeudamiento comportará al Ayuntamiento de Barcelona un ahorro de intereses de 14,8 millones de euros. Ciudadanos, ERC y la CUP apoyaron la medida financiera, mientras que el PSC se abstuvo. El PP y CIU votaron en contra.