Valencia

Agramunt, satisfecho por la vuelta de Rusia al Consejo de Europa

“Luché mucho por ello y eso me produjo duras críticas y ataques. Hoy el tiempo me ha dado la razón”

El expresidente de la asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa y exsenador del PP, Pedro Agramunt
El expresidente de la asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa y exsenador del PP, Pedro Agramuntlarazon

“Luché mucho por ello y eso me produjo duras críticas y ataques. Hoy el tiempo me ha dado la razón”

El expresidente de la asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa y exsenador del PP, Pedro Agramunt aprovechó su intervención como moderador en el II Foro Mundial “Desarrollando el Parlamentarismo”, celebrado en Moscú promovido por el Parlamento ruso, para expresar su satisfacción por la vuelta de Rusia a la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. “Luché mucho por ello y eso me produjo duras críticas y ataques. Hoy el tiempo me ha dado la razón”.

Realizó esta manifestación ante más de 800 parlamentarios de más de 130 Estados, entre los que se encontraban 50 presidentes de Parlamentos nacionales. Su intervención se refirió principalmente para resaltar la importancia del parlamentarismo como base de la democracia. “No hay democracia sin parlamentarios. Los parlamentarios, los políticos, son esenciales y representan la opinión de todos los ciudadanos”.

A nivel internacional, las organizaciones interparlamentarias, como este Fórum, han sido de una importancia fundamental para la paz y estabilidad. La segunda mitad del siglo XX, y lo transcurrido del XXI, ha sido la época con menos conflictos globales de la historia, especialmente en Europa. El Consejo de Europa fue fundado para evitar conflictos, no para crearlos, aunque parece que hay parlamentarios, no sé si también países, que buscan todo lo contrario. “Y también hay altos funcionarios de estas organizaciones internacionales que representan un peligro para el parlamentarismo y parecen buscar el conflicto, obedeciendo a intereses opacos, en lugar de tratar de resolverlos”.

En este sentido, añadió que “hoy el mayor peligro para la democracia es el globalismo, junto al populismo, que con frecuencia van de la mano. Muy atentos a quienes quieren gobernar sin presentarse a las elecciones, sin dar la cara, y decidir lo que han de hacer los países, que siempre será lo que a ellos les conviene. El futuro de la democracia está vuestras manos, las de los electos, que nos presentamos a las elecciones, y no en manos de funcionarios y sátrapas disfrazados de buenísmo, a través de Ong que aparentan la defensa de los derechos humanos”.

Agramunt terminó su discurso señalando que “otra cuestión relevante son las nuevas luchas de la izquierda y la derecha radicales, son las luchas de la ideología de género, las luchas de los movimientos sociales, sean estos o no necesarios, las luchas en defensa de la inmigración descontrolada... Todo ello son los sustitutos en este momento de la lucha de clases, que tan útil fue en otros tiempos a estas posiciones políticas”.