César Sánchez se rearma ante Puig

El ataque frontal del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y del ministro de Fomento, el también valenciano José Luis Ábalos, al presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, invita a la reflexión. Me refiero al haber urdido una operación de exclusión de la Junta Directiva del Puerto de Alicante, maniobra que ha resultado inútil.

Algo verá de peligroso, políticamente hablando, el Molt Honorable en su homólogo alicantino para que haya mudado su carácter pactista y nada sectario en beligerante y partidista. Imagino, además, que desde ahora lo ha designado como adversario a abatir, lo cual a la vez le está poniendo en valor tanto dentro de su partido, el PP, como en la sociedad.

Evidentemente, la batalla librada por César Sánchez contra la Generalitat en la defensa de la educación concertada y plural y del castellano como lengua importante en nuestra Comunitat, ha hecho mella en el jefe del Gobierno valenciano. Tanta, que decidió cortar por lo sano y sacarlo de la organización portuaria a pesar de que muchas decisiones que en ella se puedan adoptar, afectarán a aquella provincia.

El desenlace de la operación no ha debido gustar nada en el Palau, ya que César Sánchez continuará en el Puerto al haber sido designado en representación del Ayuntamiento de Alicante gracias al alcalde Barcala, compañero de partido. Por otra parte y conociendo un poco su personalidad, lejos de amilanarle, el acoso le animará más a continuar la lucha por sus objetivos, como fácilmente comprobaremos más pronto que tarde. Así es la vida.